CAPÍTULO 03

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A LA MIERDA TODO, YA NO SOY YO


Entre y lo primero que vi fue a mi Abu ahí tumbado en la camilla mirándome con una gran sonrisa, aunque es sus ojos se reflejaba tristeza y dolor, oculte mis ganas de llorar por que no quería que sus últimas horas fueran verme llorar, me hizo un gesto para que me acercara, se me encogió el corazón mientras me acercaba y me sentaba en la butaca de al lado.

-Rayito.-Se le escuchaba débil y eso me rompía por dentro.-¿Te acuerdas cuando te dije que ya eras mayorcita para cuidarte bien sola y elegir tus propias metas y caminos?.-Asentí y suspiro.- Pues parece que va ser la hora de que te conviertas en lo que de verdad eres.-Mis ojos se cristalizaron.

-Abu-u.-Solloce.-Donde estés siempre estarás con migo y me cuidaras yo lo se.-Me limpie las lagrimas.-Ahora venga deja lo sentimental como dices siempre y dime que quieres comer.-Me sonrió-

-Quiero unas tortitas.- Me miró y sonreí.

-Okey pues ahora vengo con sus tortitas, como el señor ordene.-Se rio.

Fui a por las tortitas y de camino fui llorando, les pedí que le echaran extra de todo los chocolates. Llegue y estaba más pálido pero me sonrió, nunca perderá esa sonrisa.

- Mi coronel aquí están sus tortitas con extra de todos los chocolates.-Volvió a sonreír pero sus ojos seguían igual.

-Mm rayito podías dármelas tu es que me siento cansado.-Asentí.

Empecé a darle de comer mientras las compartimos, estuvimos contando anécdotas durante horas y riéndonos, pero de un momento a otro se puso muy débil y sabía que era su hora por como me miro y me agarro de la mano.

-Rayito de mi corazón.-Se me aguaron los ojos.-Escúchame bien, no quiero que llores ni que te hundas tienes que salir adelante siempre, no necesitas a nadie siempre recuerda que serás tú sola.- solloce- Eres el rayito que más vida me a dado.-Las lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas.

-Abu lo se, solo quiero que siempre me vigiles y me cuides y si hago cosas malas o errores perdóname de verdad.-El asintió y empezó a cerrar los ojos.

-Rayito no te preocupes nunca me enfadaré.-Su respiración empeoró mientras yo ya estaba llorando en silencio sin que me viera.-Solo recuerda que una bala, un solo tiro.-Las máquinas empezaron a sonar y sabía que ya se iba.

-¡NUNCA LO OLVIDARE!¡TE QUIERO!.-Todo paro de hacer ruido y ya sabía que se había ido del todo, le di un beso y salí para que se lo llevaran.

Salí llorando, sabía que estaba completamente sola y que no tenia nada mas que hacer, estaba rota, esa único trozo que quedaba se lo había llevado con él, pero no me hundiré seguiré por el, al menos lo intentaré hasta que no pueda más. Di sus datos y como no tenia mas familia llamaron a la central por que el fue un ex coronel, por lo tanto su funeral será allí, di mi teléfono y fui a casa en la moto a toda velocidad ya que la adrenalina me relajaba. Llegue me tumbe y lloré hasta dormirme.


(...)


Había perdido la noción del tiempo todo estaba oscuro así que levanté las persianas y me di cuenta que estaba amaneciendo, mire mi móvil y era miércoles, había pasado dos días llorando y durmiendo ya era hora de ponerme las pilas por que no me hundiré. Me fui al baño me mire al espejo y daba pena tenía ojeras estaba asquerosa en sí, me metí en la ducha y me arregle, me volví a mirar al espejo y ya no estaba asquerosa, me mire a los ojos y ya no era ver a un angelito, solo veía odio y rabia, era como si no sintiera, no quería llorar, no quería nada. 

Una bala, un solo tiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora