Con éste título seguro creerán que ésta es una historia de amor a distancia o una relación que funcionaba a través de cartas. Déjame decirte lo que en realidad es. Mi nombre es Oliver, y, está es mi historia de amor,que de romántica no tiene nada.
Empezemos por contarte el inicio de todo lo qué pasó.
Estaba en la heladería Santa Clara con mi hermano mayor,Max. Acabábamos de comprar un helado de vainilla cada uno. Recuerdo que llevaba una playera de color rojo vivo y unos jeans azul fuerte. Mi hermano traía una camiseta blanca y unos pants. Estaba comiendo mi helado cuando me levanté de la mesa para ir al baño y choque con una chica de cabello negro.
- ¡Oye!¿Que te pasa? ¿Estás ciego? Me gritó la chica enojada mientras se limpiaba el helado de su playera.
- Déjame ayudarte... Respondí con una voz un poco baja.
- Creo que ya hiciste suficiente. Me dijo con un tono un tanto sarcástico pero a la vez aterrador.Quise disculparme mil veces pero sabía que era mejor quedarme callado. Mientras pensaba qué decirle o hacer, la chica se sentó en MI silla, dejó su mochila a lado de la mía,sacó una sudadera y se la puso para cubrir el helado. La vi con una mirada de culpa pero ella me vio directo a los ojos. Si las miradas mataran estoy seguro que ella me hubiera matado, revivido y matado mil millones de veces con esos ojos azul fuerte.
Mi hermano estaba callado disfrutando del espectáculo con una sonrisa de oreja a oreja. La chica se levantó de la silla, agarró su mochila y se fue.
Me senté en la silla un poco desconcertado. Mi hermano me estaba viendo con esa mirada que dicen:no sé si reír o llorar por ti.
-No digas nada, le dije mientras tiraba el montón de servilletas que la muchacha había dejado en mi lugar.
-para tener quince años eres un poco distraído, hermano mío, respondió Max con un tono burlón.Después de un tiempo de estar hablando con Max,se hizo de noche, entonces decidimos volver a casa y asumir las consecuencias de escaparnos de la escuela para ir a comer helado.
Cuándo me levanté de la silla vi en el piso un cuaderno blanco con un listón rosa en medio. Me agaché para recogerlo. En la portada decía:
"𝙴𝚖𝚖𝚊 𝙹𝚘𝚗𝚜𝚑𝚘𝚗"
ᗪIᗩᖇIO ᑭᗴᖇՏOᑎᗩᒪ-¿Qué tienes ahí? Pregunto Max con mucha curiosidad.
-Nada. Respondí rápidamente en lo que ocultaba el diario en mi mochila.Todo el camino a casa iba pensando en como podría encontrar a la chica de cabello negro para poder devolverle el diario. Era algo personal. A mí no me gustaría que alguien más lo tuviera.
Cuándo llegamos a casa. Mi hermano y yo nos metimos de puntillas tratando de no despertar a nuestros padres ni a mi hermanita Maddy, que aunque tiene sólo diez años, es un pequeño diablo y siempre se las arregla para que nos castiguen.
Una vez estábamos jugando Fornite Max y yo, cuando llegó ese diablo disfrazado de una niña inocente junto con mis padres. Les acababa de decir que ese juego era violento y que nos hacía daño cerebral. Esa vez nos castigaron dos semanas y nos quitaron la consola.
En fin. Cuando Max y yo llegamos a la sala, la cual estaba a unos metros de nuestra recámara… se prendió la luz de la lámpara que estaba a lado del sillón de papá.
Ninguno de los dos quería voltear a ver quién era la persona que había prendido la luz… de pronto oímos una voz tierna pero amenazadora diciendo:
-Esta vez sí que los van a matar.Max y yo nos volteamos rápidamente y vimos a Maddy sentada en el sillón con la mano en la lámpara y con una mirada siniestra.
- Escúchame, hermanita linda, querida, hermosa, no le digas a nadie por favor. Dijo Max con un tono dulce.
-¡Mamá! ¡Papá! ¡Ya llegaron! Gritó Maddy a todo pulmón como si no hubiera mañana.Se prendieron unas luces en el cuarto de mis papás y se abrió la puerta. Salieron ambos tan enojados que podría jurar que salía el humo de sus narices y orejas.
- Ustedes...castigados...sin...
computadora...¡Un mes! Gritó mi mamá y automáticamente Max y yo sacamos nuestras computadoras de nuestras mochilas y se las dimos a mi papá.- Estábamos preocupados. ¿Saben lo que se siente que les llamen de la escuela diciéndoles que sus hijos se habían escapado por milésima vez éste mes? Dijo mi papá con un tono de decepción mientras metía las computadoras a su cuarto.
- Ustedes dos han echo muchas cosas jovencitos. Pero esto es el colmo. ¡Los acaban de suspender una semana entera de la escuela! Dijo mi mamá con un tono amenazador. Al oír la palabra suspender,a Max le nació una sonrisa enorme.
-¿Y saben qué van a hacer esos días libres niños? Van a hacer todos los deberes de la casa, no van a salir de su cuarto más que para ir al baño, comer y en el verano irán a una escuela militar. Dijo mi mamá riéndose mientras veía a Max y luego a mi.
A mi hermano se le quitó la sonrisa en menos de un segundo. Yo sabía que lo mejor era quedarme callado e irme a mi recámara. Así que eso hice. También mi hermano decidió que eso era lo mejor así que fue atrás de mi.
Max y yo compartíamos recámara. Muchos hermanos odian eso,pero él y yo nos entendemos, digo,nos metíamos en problemas juntos, nos regañaban juntos, nos castigaban juntos, nos escapábamos juntos, nos divertíamos juntos, prácticamente hacíamos todo juntos. Así que no era ningún problema compartir habitación con él. Excepto cuándo llevaba a sus "amiguitas" a la casa.
Eran las dos de la mañana y yo estaba encerrado en mi cuarto,sin computadora, sin poder ir por algo de comer, sin televisión porque nos cortaron el cable para que no la viéramos a escondidas,sin internet y sin ningún libro que no haya leído, excepto el diario de esa tal "Emma".
Después de un tiempo, habrá pasado como media hora, decidí sacar las cosas de mi mochila. Yo estaba en mi cama y Max jugando a rebotar una pelota en el techo en la suya.
De mi mochila saqué mis libros y cuadernos de la escuela, mi estuche para los lápices, mi sudadera del equipo de basketball (del cuál sorprendentemente era el capitán) y un sándwich viejo que no me acuerdo haberlo puesto ahí. Al final de todo estaba el dichoso diario.
Agarré el diario y lo contemplé por un momento.
-¿Es de esa chica helada? Dijo Max mientras me veía con el diario.
-Eso creo. Creo que es su diario o algo así. Dije mientras dejaba el diario en mi escritorio.
-Deberías de leerlo Pelirrojo. Me dijo Max mientras se ponía una playera para dormir.
- Tal vez mañana u otro día. Respondí acostado en mi cama apagando la luz.
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A Unas Letras De Ti
Teen Fiction¿qué pasaría si encuentras un diario y no sabes de quién es y te terminas enamorando de la persona que lo escribió? Encontrar a tu alma gemela a traves de unas letras es la peor condena. pero también el mejor sueño. ¿list@s para una aventura inolvid...