Some Chengxi/Xicheng

Capítulo Único

El aire que contuve sale en un suspiro cuando al fin te alejas y te diriges a tu salón. A paso apresurado me dirijo a la sala mientras tu sonrisa tan cerca de mi rostro aun causa estragos en mis mejillas.

¿Es culpa mía si no soy bueno expresándome?

Agh... Esto realmente era una mierda ¿Cómo se suponía que iba a declararse ante su crush de esta manera cuando tiene una nula capacidad de externalizar sus sentimientos? De su boca siempre salían las palabras contrarias a sus pensamientos y deseos. Que el estúpido de Wei Ying le estuviera presionando a declararse tampoco le ayudaba.

¿No puedo simplemente decirte que me gustas?

Él es un chico tan dulce. Ni siquiera pudo comprender el minuto en que las energías del universo unieron sus caminos, con el constante pensamiento que debe ser la desgracia y malafortuna más grande que Lan Xichen se ha topado en la vida. Pero aún así, él sigue acompañándolo en los descansos en el rincón más apartado del lugar. Aún cuando en su furia y pena no ha sido más que un filoso cuchillo, aún cuando le ha insistido que se vaya, Xichen sigue esperándolo a la salida del salón y sigue ofreciendo sus audífonos para escuchar juntos música. Siempre teniendo charlas sobre canciones que han descubierto, discusiones sobre qué mascota es la mejor- ¿Cómo es que Lan Xichen piensa que los gatos son mejores que los perros?-, escuchando sus quejas sobre la mitad de los seres humanos existentes en ese lugar, sosteniéndolo cuando las discusiones de sus progenitores se llevan hasta su última gota de espíritu

¿Hay alguna manera de decir "Xichen-Ge dame tu corazón como compensación por robarte el mío"?

Mierda, que humillante sería...

Pero todo en él provoca que quiera ser dulce.

Su amistad inició debido a que Lan Xichen lo encontró hablando sobre el próximo concierto de su banda favorita poco conocida con su hermano. Jura que ama la banda aun mas al ser lo que lo unió al Primer Jade, como era conocido.

¿Por qué su estúpido corazón tuvo que derretirse ante él? Tan dulce como la miel en sus ojos.

Mientras estaba en su habitación pensando en Xichen, como siempre desde los últimos 7 meses, empieza imaginar que sería ser correspondido por él ¿Lo llamaría todos los días? ¿Tomaría su mano aún cuando su cara es muy delgada? ¿se quedarían hasta la madrugada hablando por celular? ¿Sacrificaría su estómago comiendo gluten solo para ver la alegría en el rostro de su A-Huan?

Dios Dios Dios,

Incluso ya lo llama su A-Huan.

Perdió la cabeza y ahora esta tan demente como Wei Ying. 

Pero para que todas aquellas fantasías se hagan realidad, debe dar aquel primer paso que le da insomnio y le llena la sangre de terror: decir lo que siente. Teóricamente no es difícil. Solo debe llevarlo a su rincón, lejos de ciertos idiotas, decir que quiere ser su pareja y si lo acepta o no. Lan Xichen es amable, de rechazarlo lo hará de manera tan suave que sabe que su alma enamorada le dirá gracias incluso si solo querrá ir a su habitación a encerrarse y escuchar canciones de sentimientos no correspondidos (y quizás se vaya a otra ciudad para no verlo nunca mas). Si sale bien... ¿existe la posibilidad de ser correspondido siquiera? Es una mierda de persona, su padre se lo recalca con su indiferencia y su madre con sus comparaciones.

Son lo amargo en su vida.

Jiang Cheng cierra los ojos y aprieta los puños cuando lo que lleva planeando en sus noches de vela esta a punto de realizarse. Esta fuera de la clase de Xichen esperando llevárselo lejos para vomitar sus sentimientos y poder irse derechito a la mierda (o al menos eso pronostica). Su corazón martillea en su pecho sintiendo el peligro que trae lo que esta punto de hacer. Tiene en sus temblorosas manos unos audífonos de edición limitada con el logo de la banda que los unió, junto con un chocolate que sabe que su A-Huan adora. Es ahí cuando ve salir a aquel dios en la tierra con sus vestimentas blancas. Todo duele cuando lo ve hablar con Jin GuangYao, con la sonrisa mas hermosa que ha visto en su rostro, y se abrazan mutuamente. Todos en la escuela saben que los Lan no permiten el contacto físico como ley sagrada, así que sus ojos arden al saber que llegó tarde.

Se va lo más rápido que puede del lugar para que nadie pueda ver esta parte de él. Corre tan rápido que suelta los chocolates y los audífonos, yendo directo a la salida para esconderse de todo en casa.

Es ahí, con los ojos nublados por las lágrimas y los oídos sin funcionar, que siente unos brazos envolver sus caderas y empujarlo a un pecho endurecido. Un auto pasa a toda velocidad frente a sí y siente que el aire se escapa de sus pulmones.

Y luego...

 esos dulces labios dicen mi nombre

- A-Cheng, por favor no me asustes así

- Suel...tame

- Jamás. No lo hice antes, no lo haré ahora, ni nunca

- Déjame

- No lo haré

- ¿Acaso solo sabes contradecirme?

- Podría amarte todos los días también si tú me dejas

- Deja de tontear, no es una buena broma

- Acabo de verte casi morir, no se supone que esas sean las cosas que vives cuando vas a declararte a la persona que adoras así que, si esto es una señal para decirte que me enamoré de ti y si no lo digo te perderé para siempre pues bienvenida sea la señal del universo

- Se suponía...que lo haría yo... Se suponía que me mandarías a la mierda y yo me iría de la ciudad con un corazón roto

- Entonces supongo que es necesario dejar las cosas claras

La electricidad y dulzura de nuestros labios bailando me dijo que mis fantasías estaban a seis palabras de ser realidad

- ¿Quieres ser mi pareja Xichen-Ge?

- Por supuesto mi A-Cheng.