•𝑪𝒐𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒗𝒂𝒊𝒏𝒊𝒍𝒍𝒂•

Capitulo 1

Existe la creencia de que las bibliotecarias son gente amargada, quizás por el preconcepto que tenemos de ellas. Años de libros, películas y series que las han etiquetado como viejas gruñonas con un odio absurdo por la juventud en general, han tenido un peso a la hora de que pensemos en ellas.

Para Violet ser bibliotecaria implicaba un lugar cómodo, tenia un sueldo fijo con las que se las arreglaba para vivir, trabajo físico prácticamente nulo, una silla acolchonada donde descansar su trasero y sobre todo un ambiente libre de ruidos estridentes y niños gritones.

Nunca realmente se había desvelando pensando que hacer con su vida, era algo que la traía sin cuidado. Tal vez de niña había fantaseado con ser medico, astronauta o modelo, ¿pero acaso no lo habían hecho los otros millones niños del mundo?

Sus calificaciones a lo largo de su vida estaban bien, haba tenido una que otra baja nota en alguna asignatura y reprobado un basto numero de veces. Cundo hubo finalizado el secundario simplemente opto por conseguir un trabajo, sus calificaciones no eran lo suficientemente grandiosas como para optar con ir a una de esas elitistas universidades y tampoco le sobraba el dinero como para disponerse a gastarlo en una; quizás a su madre no le hubiera impostado hacerlo, pero ella lo veía como una ridícula perdida de dinero.

Sus primeros años había vivido con su paciente madre, su trabajo como camarera no le daba el suficiente dinero como para costearse un piso ella sola; tiempo después le había llegado noticias de un puesto vacante en la universidad de su ciudad y se había lanzado hacia el sin el menor disimulo, no es que la convivencia  con su madre le resultara horrible, pero llega un momento en la vida de un hijo en la que necesita con suma urgencia abandonar el hogar familiar y desplegar sus pequeñas e inexpertas alas hacia donde el destino lo depara.

Aunque se tenia cierta fe, ya que sin ella resulta estúpido que siquiera se haya presentado; a la hora de ver el pequeño salón de espera, no repleto pero si con una sórdida cantidad de mujeres de apariencia mayor y desde luego con mas experiencia y mejor preparadas que ella, se sintió como si ya hubiera perdido; aun así se quedo hasta que la llamaran, había puesto en juego su orgullo para venir hacia allí si se iba derrotada dejaría que lo pisoteen. 

La entrevista es corta y sencilla, si necesitaba otra prueba de que no la iban a contratar esta era la definitiva, el canoso decano no manifiesta ni el mas mínimo interés en ella, ni siquiera se para a verla mas de 5 segundos cuando Violet desplega su arma secreta, un titulo en especificación de letras que había hecho hace un par de años por hobby y por ser gratis claro esta. Esta claro que el buen hombre no ve nada interesante en ella, o al menos no lo suficiente como para competir con aquellas señoras de la sala.

Cuando por fin sale de aquella oficina siente que un camión le ha pasado por arriba un par de veces. Si bien nunca ha sido de las que se tiran abajo con facilidad ahora se siente como una perdedora, se sienta en la incomoda silla mientras las miradas de las damas la siguen, el bus sale en al menos un ahora y no piensa quedarse afuera en la helada esperándolo y menos pagarse un absurdo y costoso cafre solo para hacer tiempo en un bar, no señor, se había levantado temprano, aseado y empolvado para estar allí a tiempo y si una mugrosa entrevista pretendía echar a la basura toda su dedicación invertida no lo lograría, se sentaría allí acunando su ya herido orgullo y esperaría ese bus como se debe.

Después de al menos 3 partidas de ese divertido pero un poco frustrante juego de puzle en su celular el hombre sale azotando tras si la gruesa puerta de madera, acción que la hace pegar un respingo ya que estaba sumamente concentrada en reventar las pelotas de colores evitando dañar a las bombas repartidas en el escenario estratégicamente. No se molesta si quiera en verlo a la cara ya que ya sabe la respuesta, en cambio continua explotando las coloridas cuentas de su pantalla, pero se obliga a dejarlo a un lado cuando su nombre sale de los arrugados y algo resecos labios del hombre; y antes de que pueda si quiera recomendarle un buen bálsamo labial sus piernas actúan por si solas acercándose hacia el y luego siguiéndolo hasta su oficina. Este agradece a las demás mujeres antes de cerrar la puerta otra vez estrepitosamente.

Todavía sigue en estado de shock cuando escucha al decano explicarle sus horarios, reglas, y enseñarle el mapa de la universidad y por supuesto comentarle acerca de su sueldo, que es suficiente como para empezar a vivir por su cuenta a partir de ahora, recién cuando se esta por ir despierta del trance en el que esta y no puede evitar cuestionarle el por que de su elección; el hombre al parecer habiendo esperado la pregunta desde que se ha ha sentado en su mullida silla le responde con simpleza mientras le sonríe. Si bien las otras mujeres tienen unos despampanantes curriculums que en circunstancias normales no podría ni hacer frente. La entrevista se realizo para conseguir personal joven, y siendo ella la única en la sala menor de 50 las opciones eran limitadas.

Cuando toma el transporte publico su orgullo no esta mejor de lo que estaba cuando se sentó en la sala de espera, pero una sonrisa adorna su rostro esta vez, pues aunque no ha resultado tal y como quería, como siempre si puedo acotar; se ha quedado con el empleo de todas maneras y ya no tendrá que llevar incontables bandejas repletas de comida o sonreírle como maniaca a todo el mundo. 

Espera que su vida pueda ir con calma a partir de ahora,

~~<><><><>~~~~<><><><>~~~~<><><><>~~~~<><><><>~~~~<><><><>~~~~<><><><>~~~~<><><>

¡¡Primer capitulo de Cono de vainilla, espero les haya gustado!!

A partir de ahora actualizaciones cada semana, como siempre likes y comentarios se agradece, y difusión se agradece aun mas.

¡¡Nos vemos la próxima semana!!

~Sowie