➪ dos.

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Beom se prometió que no escucharía las noticias y mucho menos la opinión pública o de la policía, pero mientras pintaba por millonésima vez el retrato de cierto rubio no fue capaz de cambiar el canal o apagar el televisor de su estudio en cuanto empezaron a hablar del vigilante de Seúl, a quien un fanático había nombrado Garnet en medio de una encuesta organizada en un barrio importante a unas calles de donde él vivía.

Garnet provenía de la palabra granate, que hacía alusión a la chaqueta roja que utilizaba mientras realizaba sus patrullas. El nombre había gustado tanto a los ciudadanos que terminó por ser adoptado y, al final, utilizado por incluso la policía.

Volviendo a la opinión pública, Beomgyu bajó su pincel justo cuando pensaba en pintar la nariz tan respingada y pequeña de su amigo, para fijarse en la mujer que estaba siendo entrevistada.

—La verdad no encuentro sentido a que la policía lo vea como un criminal —dijo, tocándose la oreja al hablar. Parecía nerviosa—, gracias a él, las calles han estado más tranquilas últimamente.

—La policía dice que es un criminal solo porque está haciendo mejor el trabajo que les corresponde a ellos, qué sorpresa —comentó un muchacho de gafas gruesas con pinta de estudiante—. En vez de intentar atraparlo, deberían limpiar las calles y cerrar la boca.

—Aunque es verdad que su presencia ha traído un poco de paz, lo cierto es que no deberíamos alentar este tipo de conductas —expresó un hombre con una gorra de béisbol—, si Garnet puede hacer justicia por su propia mano, ¿por qué el resto no? Si todos empiezan a seguir su ejemplo sería un caos.

Tras algunas otras opiniones similares, en la pantalla apareció el Coronel de la estación de policía, que empezó a dar su propia visión del tema. Pero en cuanto llamó a Garnet "un enemigo de la policía", Beom apagó el televisor con un nudo formándose en su estómago.

Cuando decidió convertirse en un "vigilante" realmente nunca se imaginó que la cosa se pondría tan seria o que llamaría la atención de nadie. Su único objetivo al tomar aquella responsabilidad no fue otro más que ayudar a la gente para aliviar la carga de la policía pero principalmente la de Yeonjun. No es que fuera un rebelde o que tratara de "hacer justicia por su propia mano", simplemente no quería tener que ver a Yeonjun en una cama de hospital otra vez.

Pero claro, eso nadie lo entendería. Beomgyu siempre había sido un chico muy tranquilo y pacífico, demasiado perdido en su arte y sus libros, por lo que hasta él se sorprendía de lo que llevaba ya semanas haciendo.

Había tenido que retomar sus prácticas de muay thai y otras artes marciales, además de comenzar a ejercitarse más. También había tenido que conseguirse algún traje que protegiera su identidad y por último, un lugar dónde esconder todo aquello. Luego de algunas patrullas también había aprendido que era mejor tener un conocimiento básico de primeros auxilios, para poder cerrarse heridas solo y cosas por el estilo.

Y hablando de heridas, tenía más hematomas de los que podía mostrar. La mayoría estaban donde la ropa fácilmente cubría, otros tenía que taparlos él mismo con maquillaje. Hasta el momento no había sufrido cortes profundos o heridas de bala, así que estaba tranquilo.

Ocultarse una vez que Yeonjun abandonó su apartamento fue mucho más sencillo, pero no por eso no tuvo ocasión de pasar apuros terribles. En más de una oportunidad, Yeonjun tuvo que llamarlo por teléfono justo cuando escapaba de una escena o su mejor amigo apareció en su apartamento para cenar mientras él se quitaba su uniforme de trabajo.

Choi no tenía la más remota idea ni sospechaba de su amigo, pero no por eso se sentía seguro con su secreto. Beom era consciente de que no estaba haciendo nada malo, pero sabía que Yeonjun lo odiaría si supiera que aquel vigilante que lo sacaba de quicio a él y a la policía no era otro que su mejor amigo de toda la vida, Choi Beomgyu.

연규: Under The Mask. ❝cyj ~ cbg❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora