𝘭𝘢𝘴𝘵 𝘥𝘢𝘯𝘤𝘦 ; 𝐑𝐮𝐛𝐞𝐠𝐞𝐭𝐭𝐚 [𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭]

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“Vegetta: Chiqui. Soy yo, Rubius y ya sé que tal vez te parezca raro que te escriba una carta pero tenía ganas de hacerlo. Creo que necesito desahogarme un poco de todo esto. Necesito escribirlo para sentirlo real y que no es parte de mi imaginación. Y quiero que lo leas para que tú también sientas algo.

¿Recuerdas como era todo al principio? ¿Recuerdas nuestras promesas? ¿Nuestras palabras de amor?

Seguro que no, han sido más de 5 años y sinceramente yo tampoco me acuerdo del todo. Pero me acuerdo de lo más importante, tengo algunas cosas tan guardadas en mi cabeza que dudo que alguna vez se me olvide, tal vez cuando sea mayor. Tal vez cuando esté casado y tenga hijos, no sé, son ese tipo de cosas que nunca olvidaré.

Podras decir que estoy loco pero recuerdo perfectamente cuando tomaste mi mano por primera vez, recuerdo nuestro primer beso y cuando dijiste que me amabas. Son demasiadas cosas en demasiados años y que al parecer nos cansó. Tanto a ti como a mi.

No quiero decir quien se cansó primero, porque no estoy seguro, pero sé que ninguno quiere seguir aquí. Atados a algo que, no sé si tenga reparo.

Pero te amo, nunca dudes eso. Eres el amor de mi vida, eres el primero y ese es un puesto que nadie te puede quitar.

Si tuviera que elegir un momento favorito de nuestra relacion, no tendría respuesta, creo que ambos siempre nos esfrzamos para que nuestras citas o que lo nuestro funcionara. Aunque las reconciliaciones después de pelearnos nunca fueron mis menos favoritas.

Si te soy sincero, no quisiera que esto terminara, porque mientras escribo, recuerdo todo. Todos los momentos vienen a mi cabeza en un rápido flashback y me hacen sonreir. El problema es que cuando estoy contigo esa sonrisa ya casi no esta. Tampoco sé que pasó con nuestra relacion, quizá fue la costumbre y rutina, ¿Fue buena idea vivir juntos? No es que me arrepienta, sino que a lo mejor y si no nos adelantábamos tanto, tal vez no nos hubiera ganado la rutina.

Ahora tal vez pienses que esto es mucho texto, pero son cosas que tenía que sacarme de la cabeza y si te las digo de frente, me quebraría en cualquier momento. Y que tal vez sueno contradictorio, diciendo que esto no tiene reparo y que no quiero que termine. Realmente no sé qué decir o que hacer.

Sí lucho por esto, ¿que me garantiza que tú también lo harás? Me da miedo todo lo que esté más allá, dónde no estás tú.

Tengo miedo de estar sin ti, eres lo único seguro que he tenido en mi vida. Puedes pensar que soy exagerado o dramático pero es la verdad.

Me hiciste conocer el mundo con tus palabras, me contabas tus historias y yo era un niño emocionado escuchando atentamente. Y tú conociste mi mundo caminando a mi lado, lo conociste yendo a mis pasos, te hice conocerlo como yo quería. Ahora no puedo soltarte y dejar que alguien más lo conozca, no es cómodo ni bonito.

Pero sé que ya no quieres conocer más, ni yo quiero que lo hagas. Me refugio en mí y tú en ti. Ninguno deja que esto siga fluyendo.

Ya no sonreímos como antes y no nos miramos como antes, pero todavía hay algo ahí. Algo tan pequeño como nuestras ganas de luchar, pero que ahí está.

Escribir esto sin dudas es algo liberador, no te voy a mentir, podría seguir y seguir.
Como las cartas que te daba cuando estábamos en la escuela o las que tú me diste a mí, esas cartas de niños que apenas conocían lo que hacían.
No había duda de que nos amábamos, cuando nos veían, veían a dos chicos enamorados de la vida, enamorados de ellos y de lo que eran.

Y cuando los veo, no hay mejor imagen que esa, ver a esos dos corriendo en un supermercado, verlos riendo a carcajadas, verlos en una cita. ¿Tenemos que perder todo eso? ¿No hay nada más que nos haga detenernos?

He tratado de dormir bien, pero no puedo. Siempre me quedo despierto tratando de averiguar que siento y que sientes tú. No sé leer mentes y tú no dejas que nadie lea lo que estás pensando.

A mí me dicen que soy como un libro abierto y tú eres un libro cerrado, apartado de lo que los demás pudieran saber de ti.

Creo que me fui mucho del punto de esta carta, ni siquiera sé que quería decir. Solo quería expresarme y que tú lo supieras. Quería hacerlo de alguna manera donde no me vieras llorar y que también lo pensarás un rato.

No quiero seguir en una cuerda floja, ni tú tampoco. No es lo que queríamos ni lo que merecemos, merecemos estar seguros.

Quiero que sigas siendo mío, que no desperdiciemos tiempo porque es lo que hemos estado haciendo desde hace rato. Quiero seamos tú y yo, como antes, pero sino se puede, estoy seguro de que hayaremos la manera de que funcione.

Cuando sepas lo que sientes, puedes venir y seguir bailando conmigo.

Aunque no estemos juntos, aunque lo estemos, encontraremos alguna manera de que funcione.

-Rubius.”

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—¿Rubius?

—Vegetta...