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Si le preguntaban a SeokMin cuál era la mejor parte de su trabajo, definitivamente respondería cada vez que lo premiaban con un pin de oro agradeciendo su gran trabajo en la agencia.

Aquella parte era tan satisfactoria, que no podía estar más orgulloso de sus reconocimientos para llenar su gran ego que tenía. Pensaba que nadie se podría igualar a él, por supuesto, era el mejor, y ninguno de sus otros compañeros le llenaban los zapatos.

Pero todo habría cambiado cuando un nuevo recluta ascendió de puesto a su nivel.

Todo había pasado tan rápido, según oyendo de oído ajeno, algunos supervisores dijeron que el recluta fue el mejor de su grupo de observación. Inclusive lo compraron con el legendario y antiguo agente S.Coups, específicamente aquel argumento, fue lo que le causó inmensos celos a SeokMin.

Nadie era mejor que él. En especial, menos un principiante.

Dos días después, SeokMin olvidó todo acerca del nuevo y fresco recluta. No fue hasta que la directora de su área requirió de su atención en su oficina cuando el tema volvió a su cabeza.

—Me niego. Estás loca si crees que voy a tener un compañero. Uno quien de seguro aún no sabe en lo que está por meterse.

La directora abrió sus ojos al escuchar la elocuencia del moreno —Agente Lee —Reprochó.

—No te estaban preguntando. Si decidieron emparejarnos, será por una causa.

Wen JunHui, quién presenció la entrada y desdicha de SeokMin, optó en hablar sin una pizca de vergüenza y sin estar intimidado por el hombre a su lado.

—Cállate, si no sabes de lo que hablas.

—Claro que sí, creo que alguien no está haciendo bien su trabajo, por lo que veo —se burló con una pizca de sarcasmo.

— ¡Basta los dos! —la mujer los interrumpió— JunHui tiene razón.

El castaño le alzó el mentón a SeokMin con una sonrisa ganadora.

—Me refiero a que el Líder asignó un compañero para ti, necesita verte en todos los ámbitos, y eso incluye trabajar en equipo. Yo no puedo hacer nada más que pasar el mensaje. Si el Líder lo decidió así, será como él diga —SeokMin apretó los dientes, mientras con sus ojos taladraba la fina y tierna cara de Jun— Lo siento.

Los agentes no discutieron más en la breve charla y salieron en silencio. Jun siguió al moreno con su pequeña maleta de mano colgada en su hombro.

—Deja de seguirme.

—Creí que estabas por mostrarme la habitación que compartiremos —SeokMin crispó al escuchar esa palabra, compartir.

—Aquí nadie es chaperón de nadie, así que, ve y búscalo por ti mismo.

Sin nada más que decir, tomo su propio rumbo, dejando solo a Jun en el pasillo.

Después de una larga sesión de entrenamiento, SeokMin regresó a su habitación olvidando que Jun estaría ahí. Y justo cuando entro, antes de poder quitarse su camisa empapada de sudor, se detuvo al percatarse de la presencia del otro individuo en su habitación.

Ya no era su habitación. Y creía que nunca podrá acostumbrarse.

Dio un fuerte suspiro desaprobando la elección que tomaron sin su consentimiento, tomó una toalla y sin darle una mirada al intruso, fue a la ducha.

Por otro lado, Jun no podía quitarle los ojos de encima, no cuando esa playera se pegaba a esos músculos definidos que fueron estimulados hace unos minutos atrás, y se encontraban hinchados.

El Agente Orgulloso ➮ᏚeokᎻuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora