Cosecha

3

No es el primer fic que quería publicar del fandom, pero no me estoy quejando. Amo a estos hombres (bueno, a ese hombre y sus personajes pero ustedes entienden) y esta pareja se ganó mi corazón con puros fanarts

3-Cita a ciegas + Tráfico de órganos

Psd: Desconozco como funciona el tráfico de órganos, así que me estoy basando en mi escaso conocimiento obtenido de películas

Human!Sides

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Cosecha

Karen aprieta sus ojos con fuerza al empezar a despertar y percibir una luz dirigida directamente a su rostro, una vez se siente un poco más cómoda empieza a abrir sus ojos lentamente parpadeando rápidamente para alejar la sensación borrosa de su vista tratando de reconocer el lugar de dónde esta y recordar como llegó allí. ¿Qué fue lo último que hizo? Piensa moviendo sus manos a su rostro para frotarlo alejando la pesadez de su cabeza que no le permite pensar claramente, como si estuviera sumergida bajo agua. Recuerda que una amiga la convenció de tener una cita a ciegas, ¿por medio de una aplicación de citas? Sí, eso, asiente para si misma alejando sus manos de su rostro mirando a su alrededor.

Recuerda que el hombre era un poco extraño pero encantador, mirándola con sus ojos increíblemente azules tras el marco de unos lentes algo grande cuadrados que había asegurado una y otra vez eran reales a pesar de que el diseño se parecía al de esos lentes que se pusieron de moda en la época hípster. Karen recuerda que la cena había sido algo incomoda, con el hombre respondiendo a sus preguntas con voz monótona, buscando cada tanto entre un montón de tarjetas modismos comunes, pero la joven había decidido darle una oportunidad al ver como sus ojos se iluminaron cuando le hizo una pregunta sobre la constelación grabada en el brazalete en su muñeca.

Parpadea nuevamente al notar que se encuentra en un baño, al que no recuerda haber entrado, sentada en el interior de la tina y ahora que sus sentidos estaban volviendo poco a poco nota el frío que la recorre de pies a cabeza; baja la vista palideciendo al ver que su blusa no estaba y bajo ella hay un montón de hielos. Siente el resto de su cena subir por su garganta al recordar las historias supuestamente reales que recorrían el internet sobre jóvenes que salían a una cita o iban a fiestas y despertaban en una situación similar a la suya, parcialmente desnudos, sumergidos en hielo y con una cicatriz en el lugar donde se supone debía estar su riñón.

Su respiración se acelera y lágrimas empiezan a correr por su rostro al recordar la pequeña sonrisa que el hombre, ¿cuál era su nombre? ¿Logan? ¿realmente se llamaba así?, le había dado mientras la acompañaba fuera a esperar un taxi, como su rostro se frunció en preocupación cuando se empezó a sentir mareada y como sus manos se habían sentido tan suaves al ayudarla a sostenerse en el momento en que sus piernas le fallaron. ¿Había sido todo una elaborada trampa?

—Oh Dios —susurra horrorizada limpiando las lágrimas de su rostro para poder girarse y mirar su cuerpo en busca de la cicatriz, pero sus movimientos se detienen al notar que en una de sus manos hay una vía conectada a un suero, algo de lo que no se había percatado cuando despertó.

Esta por arrancar la vía y buscar su celular en sus pantalones, con la esperanza de que aún esté ahí, cuando el sonido de unos pasos la hace detenerse y la puerta del baño se abre dejando a la vista a Logan, si es que ese era su nombre, quién la mira un poco sorprendido.

—No esperaba que estuvieras despierta —dice el hombre flexionando sus dedos en el pomo de la puerta unos segundos antes de soltarla abriéndola por completo para terminar de entrar al baño—, supongo que no hay nada más que hacer.