My Valentin

♥ ... Mi mejor regalo ... ♥

(Por favor sigan leyendo conjunto a los recomendados musicales 😀)

Quería ser amada, no quería ser una tonta. Quería ser especial, quería por más que nada en el mundo ser querida. ¿Pero en realidad lo merecía? ¿En verdad?... ¿En verdad necesitaba ser amada?

Cada foto, cada comentario y cada like; fue el comienzo de una infernal pelea. Un simple desconocido, un simple ¨aceptar¨ por accidente, destruyó toda mi felicidad. No lo conocía, pero tampoco lo defendía.

— ¡¿Quién es él?! —Bramó, sin más poder.

Un fuerte estruendo hizo pedazos mi teléfono. Él lo piso, y lo volvió a pisar hasta no dejar nada del artefacto. Sus ojos desprendían ira, y mis palabras apenas salían de mis labios.

No había máquina del tiempo, no había nada que podría remediar lo pasado.

Empujones, gritos, agarres violentos y palabras dolorosas eran las causantes de mis lágrimas. Quería salir corriendo, esconderme y ocultarme en el gran mundo exterior, pero sobre todo deseaba dejar de sufrir. Todo era una mierda, ni siquiera necesitaba existir. ¡Joder! Reprimir mis errores y los de él, era una tontería. Quería olvidar. Desintegrarme como el humo y martillarme la cabeza como un martillo da martillazos al concreto.

— ¡¿A ti qué te importa?! —Grité toda dolida, furiosa muerta del miedo. Por lo que me gané más insultos de su parte.

Todo me daba vueltas, todo me era casualmente imperdonable. Ambos cometimos errores, ambos nos hicimos daño. Pero ambos, ciegos del dolor, echamos a perder nuestro primer san valentín.

(***)

3 años después:

Aún recuerdo ese lugar. Aquel en donde conocí a un encantador chico. Un hombre del cual robó mis sueños e ilusiones. Uno que, con tan solo contar con sus pequeños dedos una simple suma, me capturaron en un mar de emociones.

Siempre me pregunta, cada vez que pasaba por ahí; ¿En dónde podrías estar? Es triste pensar en él a pesar del tiempo en el cual dejé de ver su rostro tanto en revistas, en la TV o en cualquier medio comunicativo.

Confieso que estaba curada después de lo que paso, pero sabía perfectamente que no duraría por mucho tiempo estado así de vacía.

— Kim, ¿Vamos a comer? —Miré a mi amiga, y le asentí antes de mostrarle una leve sonrisa.

Hoy el día fue radiante, no me faltó nada. Por lo que la apuesta del sol hizo lucir, ante mis ojos, encantadoras a las personas. La comodidad me rodeaba y estaba completa hasta que mi mente acabó pensando en aquel día de nuestra separación.

No pude evitar recordar. Es doloroso aun cuando, antes del suceso, todo era diferente. Nos queríamos de una manera que nadie pudo entender, y aun así terminamos rotos por una absurda pelea.