sweet or cold || minsung

𝚎𝚙𝚒𝚕𝚘𝚐𝚞𝚎

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Jisung se encontraba nervioso esperando en la sala de espera, pronto le entregarían sus resultados.

Mientras esperaba, prefirió recordar los años que habían pasado, para ser exactos, había pasado un poco más de una década.

Cuando la pareja cumplió cuatro años de noviazgo, decidieron unir sus vidas esta vez ante el civil, ya que sentimentalmente ya lo estaban, el lazo que se había creado cuando el Alfa mordió el cuello del Omega era una clara prueba. Así que en vacaciones de verano decidieron hacer una pequeña ceremonia, donde los declararon esposos. Luego de eso, Jisung decidió adoptar el apellido de su esposo, ahora llamándose "Lee Jisung".
Y claro, pensaron en tener hijos, pero en un futuro, cuando tengan un trabajo estable o en sí, cuando se volvieran cirujanos. Así que, con un poco de dolor para sus lobos, en la intimidad procuraban usar protección. Y así siguieron hasta convertirse en cirujanos.

Ya llevaban un año de ser titulares, y ya había pasado un mes donde el aroma del omega se había vuelto más dulce, y las náuseas se habían vuelto parte de su día a día. Ninguno de los dos le prestó demasiada atención a eso, no podían cuando tenían en sus manos otras vidas. Pero cuando Jisung se dio cuenta que llevaba varias semanas con mareos y náuseas, decidió en su tiempo libre pedir que le hagan un examen de sangre. No le dijo a Minho, no lo encontraba necesario por ahora, y le diría si es que tenia algo grave.

Y así fue como acabó ahí, en la sala de espera sentado en una de las tantas sillas que había. Estaba impaciente, le darían sus resultados dentro de pocos minutos, pero que ahora parecían horas.

— ¿Lee Jisung? —Preguntó un lindo beta, mientras en sus manos tenia una tabla para los papeles y buscaba con la mirada al nombrado. El omega se levantó de su asiento y caminó hacia el chico.

— Al fin...—Murmuró.

— Doctor Lee, ya tenemos sus resultados listos, ¿Puede acompañarme? —Jisung frunció el ceño, pero asintió. Entró a una sala donde había un obstetra que conocía sentado detrás de un escritorio, le sonreía cálidamente con sus resultados en la mesa. Se sentó en la silla indicada aún confuso.

— ¿Jungwoo? — Preguntó el omega confuso. Kim Jungwoo, era un obstetra que conocía hace ya dos años. Era un Beta agradable, se habían vuelto amigos en poco tiempo.

— Jisung —Lo saludo animado.— Supongo que ya te das una idea de lo que dicen tus resultados, ¿no? —Y ahí cayó en cuenta realmente lo que significaba estar ahí. Abrió un poco su boquita sorprendido.

— ¿Estoy...? —Jungwoo asintió.

— Sí. ¡Felicidades, estás en cinta! —Y él no sabía cómo reaccionar.

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La noche había llegado y Minho por fin había llegado a la casa que compartía con su omega hace más de ocho años.

— ¡Amor, llegué! —Cerró la puerta con llave y las dejó en el colgador de llaves. Camino por el pasillo hasta llegar a la sala de estar, donde se encontraba Jisung sentado en el sofá pensativo.— ¿Todo bien? —El pálido lo miró y le sonrió nervioso, el alfa podía sentirlo por medio del lazo, era una mezcla de duda, nervios y alegría.

— Te compré algo —Apuntó una bolsa de regalo pequeña.

Minho dejó sus cosas en el sillón más cercano para tomar la bolsa.— Aún no es mi cumpleaños, Sunggie —Dijo con una sonrisa divertida. El mencionado dijo un "Lo sé" bajito. Cuando tomó la bolsa, sintió como su pareja se ponía mucho mas nervioso. Al abrir la bolsa se encontró con una cajita; La abrió con cuidado y pudo ver que era una taza. Aún teniendo cuidado la sacó y quedó un poco confundido con lo que decía. "Vas a ser un papá genial" estaba escrito en aquella taza junto con un diseño de un cochecito para bebés. Miró a Jisung esperando alguna respuesta, este jugaba con sus dedos mientras miraba a su alfa.

— Tengo seis semanas de embarazo —Minho le sonrió emocionado. Dejó la taza en la mesita y se acercó al omega para abrazarlo, mientras repartía algunos besitos por la cara de este.

— Gracias gracias gracias...—Jisung correspondió el abrazo y se permitió sonreír luego de haber estado tan nervioso por la reacción de su esposo.— ¡Seremos padres! —El omega asintió feliz.

Empezarían a crear su propia familia juntos, y en unos meses podrían ver un bebé en su hogar.

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