Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Viene por mí.
Una sonrisa tranquila. Casi sin vida se mostraba en esos labios pálidos. Mejillas tan claras como el papel, y orbes cobaltos como el más profundo mar. No obstante no hay ese brillo común en ese profundo azul. En realidad era comparado a un muerto viviente.
Sus pasos resonaron, mientras caminaba lentamente en la densidad de esa noche. La luna reflejaba y creaba una sombra larga y desigual de su silueta. Los sonidos de animales desconocidos lo acompañaban, y el crujir de los arboles llegaba a su lado. Al pasar lentamente por ese camino solitario, el susurro de la brisa dejo un escalofrió a ese hombre, sin embargo no se detuvo. Continuo y continuo, por ese camino angosto.
No sabe cuánto camino.
Cuando a su vista e aclaro, llego frente a una casa. La cual tendría una sola descripción para quien la viera "Escalofriante"
Sus pasos resonaron cuando subió con calma esos escalones, los cuales lloraron al recibirlo con un chirrido de la madera desgastada. Casi causando que el propietario soltara un brinco, pero eso ya era costumbre. Su mano se posó en el pomo cuando lo giro, pequeñas motas de polvo cayeron, junto al crujido de la puerta. Notoriamente espeluznante.
Con un simple tatareó y una canción que decía:- Ocho, nueve, seis y casi se olvida él siete, el vendrá a atraparte... -Sus dedos tocaron la madera de las paredes, y su voz resonó entre los ecos y gruñidos, de los cuales salían de la sombra:- Cinco, cuatro, dos y el tres al revés, el vendrá a sacarte los ojos y no te permitirá ver...
El ambiente estaba cargado de resentimiento, la figura que modifico y tatareaba esa nueva rima infantil, sonrió cuando sintió las sombras moverse y los posibles invitados -Monstruos- las cuales estaban allí.
Cuando su canto llego a la parte:- Uno, dos, tres otra vez, él llego y con su cruel decir, un filo de una hoja en su cuello corto... él se vengó... Sangre cayó, junto al grito de victoria y dolor...
Entro lentamente en esa habitación de tonalidades pálidas, la figura se dejó caer en la cama de allí. Estaba sentado lentamente, cuando sus pies se movían jugando y sus manos en su regazo. Casi pareciendo un niño esperando a que sus padres regresaron. No, mejor dicho. Un esclavo, esperando a su amo.
Continúo sentado allí, con sus grandes orbes parpadeando lentamente. Y sus densas pestañas azabaches, causando sombras en esas pálidas mejillas. Cuando el amanecer se dio, y la sombra lo aprecio. Posiblemente no noto, las lágrimas calientes las cuales se deslizaban por sus mejillas, una pequeña descripción de eso, sería como un rio infinito de hermosos cristales, cayendo de sus hermosos ojos.
Comparación exagerada, pero acertada.
Sus dos manos sostuvieron un cuadro.
Tres parpadeos lentos.
Y al observarla esa sonrisa que se mantuvo en su rostro se distorsiono, casi pareciendo algo horrible. Sus ojos se desviaron a aquellas pinturas que lo acompañaba en el suelo, observo detenidamente a esas personas llorando, desangrándose, eran lamentables y la poca humanidad que quedaba en su ser. Causo que su estómago se tornara un desastre. Posiblemente por las pinturas de las personas degolladas, con sus propias sangres pintando eso.
Las pinturas estaban maravillosamente pintadas e igualmente eran notablemente espeluznante.
Lagrimas gruesas como un maravilloso río, continuaron cayendo por esa tersa piel. Las espesas pestañas oscuras como la noche, ahora las acompañaban esas motas de agua.
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Mi euforia ... ~ XueXiao ~
Horror¿Podría a ver un amor sin algo de locura? ¿Podrías amar a alguien que podría acabar contigo? ¿Amarias a alguien que sabes, que no es totalmente puro? ¿el amor deberia tener un deseo, nacido de locuras imperdonables? Xiao Xingchen siempre tiene el de...