♡UNA TRISTE CONFESIÓN.♡

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Jaime

Término de anudar mi corbata y voy a buscar las llaves del auto.

Todavía puedo ver la cara que puso Angélica cuando fingi tirar las llaves hacia el parque de enfrente de su restaurante.

Tuve mucho miedo de cagar todo los nuestro pero cuando le hice frente para que viera que no podría hacerme cambiar de opinión y luego de un rato, aceptó mi regalo. Fui muy feliz, y aun lo soy.

-¡vamos amor. Tu amiga nos matara si llegamos tarde!

Subo las escaleras de la casa de campo ya que nos quedaremos todo el fin de semana aquí.

-hay no...

Dije mirando como mi chica terminaba de ajustar sus zapatos.

-¿que pasa?

-no puedes llevar ese vestido.

Estaba casi babeando. Que hermosa que es mi novia.

-¿por qué no?

-por que esta roto.

-¿¡que!?¿donde?

Se giró tratando de encontrar la parte descosida y yo me le acerco.

-aqui..

Dije pasando mi mano por la abertura de su pierna.

-y aquí.

Esta vez pase mi otra mano por el escote de su vestido

Ella me sonríe negando con la cabeza y me da un leve empujón.

-tonto.

Toma su bolso y extiende su mano. Yo la tomo y tiro de Angélica hasta tenerla a escasos centímetros.

-estas hermosa. Y ese vestido te queda... Wuau.

-usted también se ve increíble Chef.

Beso lentamente sus labios.

Al alejarme veo que su labial está por toda su boca pero no está como loca tratando de arreglarlo si no que me esta limpiando con sus pulgares mis labios.

-el rosa no es tu color.

Pese mi palma por mi boca y termine quitandome todo el lápiz labial.

-pero he de admitir que a ti te queda fabuloso.

Aguante la risa y Angélica volvió a empujarme.

Se fue al baño y volvió nuevamente maquillada pero esta vez no tenía cerrados los labios si no que los cubrió un un poco de brillo labial.

Pasa por mi lado y me susurra.

-por si luego quieres besarme.

-¿como sabias que pensaba eso?

Mi chica sonríe y levanta una ceja. Camina hasta la puerta y la abre.

-por qué no dejas de ver mi boca.

Salimos de la casa. Cierro con llave y alarma el lugar.

Angélica me espera junto al auto mientras acaricia la pulsera que le regale.

-¿por qué la miras así?.

-¿así como?.

Respondió luego de subimos al auto.

-como si fuera...

-¿el mejor regalo que me han dado?.

-si. No es gran cosa.

Un bocado tentador (Adaptada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora