otro cumpleños común, o no

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DONCASTER, UNITED KINGDOM

Todo empezó una mañana soleada era 2013 y se respiraba un ambiente diferente como si ese día empezase un nuevo capítulo en una nueva vida, y como un día cualquiera me desperté con la voz de mi madre en el oído mientras que gritaba - Khai levántate ya y haz algo, se productiva,   sal con tus amigas, haz algo que estoy cansada de ver como estás tirada todo el día leyendo o lo que sea que hagas-.

Esto era típico de ella, solo ya no me afectaba, bajé las escaleras mirando al suelo y con auriculares puestos como de costumbre, era lo único que podía hacer que no escuchase todo el ruido que formaba mi familia el día de mi cumpleaños, a veces hasta era molesto ver a tanta gente preocupada por mi, sonrisas fingidas, llamadas con esos familiares de los que ni si quiera su nombre recordaba, pero no podía hacer nada, no me apetecía escuchar a mi madre decir lo desagradecida que me veía cuando rechazaba el amor de la gente que me quería, pero siempre lo rechazaba porque nadie me quería en realidad era un amor fingido que acababa en el momento en el que la puerta de casa se cerraba y la llamada se colgaba.

Mi familia tenía una extraña costumbre de aparentar frente a todo el pueblo lo feliz que éramos y lo bien que nos llevábamos todos, la típica familia feliz con padres que se quieren mucho y unos preciosos hijos con los que tenían muy buena relación y no solo con sus padres si no que también entre ellos.

Lo triste era que eso nunca pasó en mi realidad, no me refiero a la que todos ven que es una planificada al milímetro, ni si quiera era una visión realista, mis dos hermanos, Elisabeth tenía 20 años, me sacaba 4 años, supongo que por esa razón nunca llegamos a mantener conversaciones largas, ella siempre repetía lo inmadura que era y que no podía mantener conversación con una cría. También tenía  un hermano que tan solo era 2 años mayor que yo, Calum, con el las cosas podrían haber salido bien... si no tuviese una extraña tendencia a ser muy agresivo y a mi no me hubiera dado miedo entablar una conversación de mas de dos palabras con el, apreciaba mi vida, o por lo menos en ese entonces.

La relación con mi madre era lo más toxico que había en mi vida, para ella siempre era un buen momento para recordarme la decepción que era para ella, una deshonra para el apellido Lightwood, nada de lo que acordarse en un futuro y es que siempre repetía la misma frase" Si no eres exitoso nunca destacarás  y si no destacas te hundes la gente se olvida de ti, da igual lo que hagas para salir de ahí da igual si pisoteas las metas de los demás no son tu responsabilidad"

Si... digamos que sus valores nunca fueron los mejores pero que podría haber hecho, era mi madre. Igual siempre pase por alto las charlas que me daba cada vez que me veía prácticar nuevas coreos para la academía en la que trabajaba todos los viernes y fines de semana. Ella lo veía como una perdida de tiempo, yo solo lo veía como una pieza más para completar el puzle que era huír de mi pueblo e ir a Webster University en EE.UU

Mi padre nunca tuvó demasiada importancia en mi vida era como un fantasma y solo aparecía en ella cuando quería algo de mi, sabía que nunca le negaría nada, era una presa fácil supongo, pero sin duda el era el miembro de esta familia desestructurada que menos rechazo me producía.

(...)

Y de repente el sonido de la radio del coche me despertó de ese bucle que había en mi cabeza que analizaba a mi supuesta familia. Cuando Sabrina aporreo la puerta del coche y me hizo señas para que saliese. -Khai, venga llevas mirando a la nada cinco minutos vamos a llegar tarde, el tren sale en 2 minutos además Jane lleva esperando 20 minutos-

No entendía nada solo me baje del coche y nos fuimos corriendo mientras que me cogía de la mano para indicarme que corriese más rápido porque no íbamos a llegar a tiempo, justo en ese momento tiró demasiado de mi brazo por lo que choqué con una chica, no me dio tiempo a mirarla demasiado solo me fije en lo preciosos que eran sus ojos, mientras que me agachaba para recogerla del suelo, mi instinto fue pedirla perdón cuando de la nada se levantó

-Estoy bien, estoy bien de verdad no te preocupes, no me has hecho daño- repitió la desconocida varias veces al ver mi cara poco convencida y avergonzada.

En ese momento quise desaparecer, acababa de tropezar con alguien que no conocía y no veía a Sabrina por ninguna parte. La chica vio mi cara desconcertada mientras que buscaba con la mirada a mi amiga entonces dijo- Hey estás bien, creo que tu novia te acaba de dejar tirada-

No se porque ese comentario me enfado y la grite que Sab no era mi novia si no mi mejor amiga. La desconocida empezó -Vale vale cálmate ibais de la mano y di por hecho que érais pareja-

Creo que eso lo empeoró todo, no por el hecho de que fuese mi supuesta pareja, si no porque de alguna forma intentaba reprimir eso que llevaba sintiendo hace tiempo pero sabía que asumirlo daría otra razón más  a mi madre para sentirse depcionada, supongo que en mi familia hablar sobre tu orientación sexual era un tema tabú que no me apetecía tocar, además de que yo quería mucho a mi amiga pero no de esa forma y aunque lo hiciese no funcionaría tiene una extraña tendencia a la toxicidad y eso no es lo que necesito ahora.

Cuando salí de esa guerra interna con mi cabeza, la chica dijo- Bueno, déjalo soy Ivy por cierto, un placer chocarse contigo...-

-Khai, me llamo Khai"- dije con la voz temblorosa.

-Bueno pues encantada Khai, ahora creo que deberías ir a buscar a tu amiga - dijo riendose en voz baja.

Mientras que dijo eso yo lo único que podía hacer era mirarla a los ojos y mi mente me traiciono cuando mi boca y mi cerebro pactaron para que dijese incoscientemente -De verdad que tus ojos son preciosos no puedo dejar de mirarlos-. Creo que nunca sentí mayor  vergüenza como esa tarde.

Ivy ya no se reía, más bien tenia una mueca sospechosa -Efectivamente aquella chica no era tu novia, ¿Lo tenías planeado o algo? ¿Vienes todos los viernes a chocarte con chicas de ojos bonitos o soy especial?- Esta chica tenía un tono arrogante y presumido eso me irritó los dos primeros minutos de conversación pero tuve que admitir que ella lo hizo parecer atractivo. Cuando mi instinto volvió a hablar - No te creas eh, no solo vengo los viernes- justo en ese momento nos empezamos a reír, creo que después de meses había tenido una conversación normal, o dentro de lo que cabe la conversación mas agradable.

Justo en ese momento Jane me llamo por cuarta vez pero estaba tan embobada con la misteriosa chica que la ignoré. Sabía lo que pasaría, Jane tenía, me sacaba poco menos de dos años y tenía tendencia a jugar un papel de madre responsable para protegerme. Realmente yo si estaba preocupada no por el hecho de chocarme con lo que podría ser una modelo, no tan femenina como solían serlo. Mi preocupación venía de no saber si Jane y Sabrina se estaban tirando de los pelos, nunca se llevaron bien y siempre estaba en medio de ese mal rollo pero por lo menos un día al año decidían enterrar el hacha de guerra por mi, en mi cumpleaños y tenía que volver con ellas antes de que empezaran a pelear.

Marqué el teléfono a Jane mientras que me alejaba de Ivy despiendome con la mano sabiendo la bronca que me esperaba por parte de mi segunda madre. Ella en cambio parecia que no quería despedirse porque me paró de nuevo y me pregunto que donde podía volver a encontrarme, no estaba muy segura de lo que iba a hacer pero...

-Si tenemos que volver a vernos nos veremos, dejemoslo en las manos del destino ¿no crees?- la grite mientras corría hacia no se donde realmente, porque el tren ya se había ido.








Si volvemos a vernosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora