Capítulo 25

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En el auto, Li Lian se comió su lonchera con una expresión brillante. —¡La comida después de un breve entrenamiento es buena! Su mano no podía dejar de recoger la comida.

—Mei Mei, si engordaras a tu novio le costará cargarte.

—Mei Mei, ¿llamas a golpear a la gente como ejercicio? Realmente compadezco a tu novio, ¿cómo pudiste conseguir un marido de esta manera?

Una vez más las dos bocas parlanchín comienzan su queja sin fin. Estaban a punto de continuar con su charla, pero se detuvieron cuando la vieron mirarla desde el espejo del coche delantero.

—Incluso cuando tu cara se pone negra y azul, tus bocas todavía tienen energía, ¿eh? —su expresión se oscurece y los amenaza con una amplia sonrisa.

Su brillante sonrisa les envió escalofríos y sus bocas se cerraron rápidamente, los gemelos se miraron y hablaron sin una palabra. ¡Su sonrisa y sus palabras se contradicen!
Li Lian los fulminó con la mirada.

—Mei Mei, ¡¡¡eres demasiado aterradora !!!

En un instante, la fiambrera quedó vacío, Li Lian se limpió la boca y abrió su teléfono con entusiasmo, Volvió a mirar el chat de Wei que ella recibió de Xiao Chen y con rostro sonrojado.

—Ge Ge, antes de que me olvide, no volveré a Japón, dile al abuelo, ¡está bien!

La cara de los gemelos se volvió pálida cuando lo escucharon —Qué ?!!! De ninguna manera, Mei Mei, sabes lo aterrador que es el abuelo, ¿verdad?

—¡Sí Sí! Sabes que te dejó ir para casarte con esa escoria y, de repente, recibió noticias de China de que tú y la señorita Yue tuvieron un accidente y murieron y, de repente, volviste a la vida. ¿Sabes cómo está ahora mismo?

—¡Sí, nos ordenó que te lleváramos a casa inmediatamente!

—¡Su salud tampoco está en buenas condiciones!

—¿Sabes lo que nos hizo?

—¡Nos obligó a entrenar como un oso salvaje!

—¡Nos dijo que ayunáramos mientras corríamos arriba y abajo de la montaña detrás de la casa!

—... Y lo peor, ¡nos obligó a casarnos!

Los  ojos de Li Lian se contrajeron cuando escuchó sus últimas palabras, '¿Obligados a casarse? '

—Por favor, Mei Mei, si quieres irte díselo tú misma.

—Y ¿Cuál es la razón para no volver a Japón? —Li Lian se enroscó el pelo —Ahora estoy casada —les respondió con apatía.

—Sí, estás casada ... —el acababa de procesar su palabra y el auto se detuvo repentinamente, lo que provocó que Li Lian se cayera de su asiento. Sus ojos se abrieron y volvieron la cabeza hacia ella como una ardilla sorprendida.

—QUÉ ??! CASADO ?!!!!!!!!!!!!!!!! —su grito ruidoso llena todo el coche Li Lian elevar la mano de inmediato y cerca de sus oídos para protegerse del fuerte grito.

My Husband Is The Emperor: I Woke Up With A HusbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora