Muchas personas en Teyvat conocían a Xiao. El cazador de demonios, uno de los Yaksha. Uno de los adpetus, protector de Liyue. Alguien que no tendría piedad si era necesario para llegar a la paz.
Sí, todos los conocían gracias a las voces sobre sus obras, pero no tenían ni idea de cómo era realmente. Solo Verr Goldet, quien se ocupaba de la posada Wangshu, podía considerarse la única persona en "conocerle".
Aún así, Xiao nunca estuvo del todo interesado en relacionarse con las otras personas. Prefería quedarse solo, cumplía con su deber a la perfección y luego, solo regresaba a la Posada Wangshu, perdiendose en sus propios pensamientos.
Eso siguió así por mucho tiempo, hasta que apareció ella. Una viajera, de nombre Lumine, tan peculiar, que atrajo totalmente su interés. A pesar de no darlo a ver.
- Verr Goldet me dijo que te gusta el tofu de Almendras. Toma. - fueron sus palabras, para intentar convencerlo a escucharla.
"Extraña." pensó él. Aunque tampoco iba a desperdiciar la comida. Así que sin más, aceptó. La escuchó, ella y su compañera, Paimon. Una extraña "niña" flotante.
En ese entonces, habían discutido de un asunto importante: la "muerte" de Rex Lapis, uno de los siete Arcontes. Junto con los adeptus, Xiao acabó involucrándose en una batalla bastante peculiar. Donde pudo ver las habilidades de Lumine. Quién a pesar de todas las adversidades, demostró gran valentía y determinación.
Cuando acabó toda esa situación, Xiao regresó a la Posada Wangshu, a su rutina habitual. Con una única, especial, diferencia. Esa chica rubia de vestido blanco. Le iba a visitar más a menudo, aveces para asuntos de cierta importancia, otras solo para saludarle.
Recordaba perfectamente cuando se esforzó en traerle el rito de linternas a la posada. No se lo había esperado, para nada. Pero fue una agradable sorpresa. Disfrutó bastante de comer con ella, a pesar de la presencia de Paimon. No es que le desagradara la niña flotante, pero por alguna razón, sintió que arruinó el momento.
Y ahora ahí estaba, anhelando el próximo encuentro con Lumine. Escondiendolo perfectamente, mostrandose a los otros con su usual expresión seria. Sus brazos cruzados, "disfrutando" el paisaje. Porqué hacía más que eso: buscaba alguna señal de la llegada de Lumine.
No tuvo que esperar mucho para que la chica hiciera presencia. Pero no estaba sola. Esta vez, a su lado, estaba el exorcista de cabello celeste que una vez conoció. Si no recordaba mal, su nombre era Chongyun. Además, detrás de ellos, iba un chico peliazul con un libro en mano. Un amigo de Chongyun, Xingchiu.
- Xiao, ¡buenos días! - Lumine le saludó animada, mientras que Paimon hablaba con Xingchiu. O bueno, lo intentaba, pues este estaba absorbido en su lectura - ¿Cómo has estado? -
- ...Bien. - respondió el azabache, mirandola a los ojos. Dorados, llenos de vida. - Veo que últimamente andas rodeada de gente. -
- Es un gusto volver a verle, cazador de demonios. - Chongyun le saludó de la forma más respetuosa posible en ese momento. Pues el chico, a pesar de las palabras "ofensivas" que hace tiempo Xiao había soltado ante él y su equipo, le respetaba.
- Hmm. Chongyun, ¿verdad? -
- ¿Ustedes se conocen? -
Xiao asintió, haciendo que Lumine abriera sus ojos en sorpresa. Aunque luego, una sonrisa deslumbrante hizo presencia en su rostro. Le gustaba su sonrisa. A pesar de que nunca lo diría en voz alta.
- Eso es muy bueno. ¿Cómo se conocieron? -
- Tuve la oportunidad de luchar codo a codo con él en pasado. - respondió el peliceleste, levantando un poco sus hombros - Tú conoces mucha gente ya, Lumine. El arconte Anemo, el arconte Geo, los adeptus...-
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Promise
FanfictionEl cazador de demonios, nunca había sido alguien de muchas palabras. Solo cumplía su tarea de Yashka, cuidaba de Liyue. Hasta que apareció ella. Lumine, una viajera en busqueda de su hermano gemelo, Aether, quien acababa arreglando los problemas de...