Gracias

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Y pensar que ibas a llegar
de la nada, como el aire fresco de madrugada
Que ibas a poner todos mis mayores miedos
contra la pared, enfrentándome a ellos.

Y llegaste, y me sacaste de ese mar de navajas
que a cada corte, me iba haciendo más pequeña.
Aquel lugar del que casi venía,
pero con el cual no podía ser
aquella persona con la que me estremecí
y cree mis mayores y aterradores complejos de la vida.

Quién me iba a decir a mí
que ibas a cambiar toda mi sensatez
mi forma de apreciar la vida
y sobre todo 
que iba a apreciarme a mí.
Gracias

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora