¹𝐌𝐔𝐒𝐈𝐂 ── | Ethan Hwang |

────𝗙𝗜𝗙𝗧𝗘𝗘𝗡

𝚙𝚘𝚗𝚐𝚘 𝚖𝚒𝚜 𝚍𝚎𝚏𝚎𝚗𝚜𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝚊𝚕𝚝𝚘
𝚙𝚘𝚛𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚚𝚞𝚒𝚎𝚛𝚘 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚊𝚛𝚖𝚎
𝚜𝚒 𝚕𝚘 𝚑𝚒𝚌𝚒𝚎𝚛𝚊
𝚌𝚛𝚎𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎𝚗𝚍𝚛𝚒́𝚊 𝚞𝚗 𝚊𝚝𝚊𝚚𝚞𝚎 𝚊𝚕 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗

¿Sabias que las abejas son las mayores polinizadoras del mundo? Las mariposas también lo son, pero no lo hacen tan bien.

Las abejas no le hacen daño a nadie a menos que hayan sido molestadas previamente.

Es por eso que me gustan las abejas.

Y es por es que lo que sentí cuando Ethan me besó no fueron mariposas, fue nada más y nada menos que un furioso enjambre de abejas clavando sus aguijones en cada rincón de mi estómago.

Fue peor (¿o mejor?) cuando deslizó su otra mano por mi cintura, acercándome más a su cuerpo.

No sé porqué no me separé y le di una bofetada. Vamos, luego de haberme insultado y echarme de su casa, llega a la mía y me besa de la nada. Es lo menos que se merecía.

Pero una necesidad de él no me permitió hacerlo. Una sensación desconocida que subió desde la boca de mi estómago hasta mi garganta, dándome ganas de vomitar.

No por asco, no. Solo ese hormigueo que cada vez se hacía más intenso.

Por aquel entonces no lo sabía, pero en ese momento un sentimiento comenzó a nacer en ambos. Es simplemente algo que no pude describir.

Entonces, como si apenas se hubiera dado cuenta de lo que estaba haciendo, se detuvo de la nada, abrió los ojos justo cuando yo los abría y lentamente separó nuestros labios.

—Mierda—murmuró. Me invadió una sensación de vacío al no tener sus labios sobre los míos.

—Ethan—susurré. Hasta ahora me daba cuenta de que había apoyado mis manos en sus hombros.

—¿Sí? —respondió.

—¿Qué fue eso? —ambos aún tratabamos de regular nuestra respiración.

—Un... un beso—me alejé de él y lo miré con una mirada de reproche. Él sacudió la cabeza—. Lo... lo siento, yo... —parecía muy nervioso—, no sé porqué lo hice—levanté una ceja e incliné la cabeza. Viene a mi casa a besarme y no sabe por qué—. E~Es que... yo...

—Estás mojado—probablemente necesitaba tiempo para pensar sus palabras y darme una explicación—. Pasa, te prestaré ropa.

Siento que esto es uno de mis defectos, el hecho de que sin importar cuanto daño me haga una persona, si me vuelve a necesitar, voy a volver para ella.

Subí con Ethan detrás de mí hasta mi cuarto.

—Voy a tomar algo de ropa de Daniel, ahora vuelvo—salí de la habitación hasta la de mi tía. Ellos tenían una cena importante con personas que no me importan.