Primer día

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La portada la saque de gogle

POV. Agna

Era este mi primer día y no podía sentirme mas nerviosa de lo que ya estaba.

Esto parecerá extraño, pero tenia una explicación, resulta ser que papa había obtenido un trabajo en esta ciudad, ademas de que le ofrecieron una casa para su familia (mamà, Arno, Armin y yo), obviamente tuve que ingresar a la universidad de la ciudad, así que adiós amigos.

POV. German

Desperté temprano debido a la maldita alarma abrí lentamente mis ojos y ahí estaba otra vez el sentado a un lado de mi cama, con ese semblante tan amenazador y una cara que mostraba una sonrisa perversa "Hola German como dormiste" pregunto con tranquilidad, yo me levante sin hacerle caso, me dirigí hacia la cocina y me serví un vaso de agua, "mierda" dije para mi mismo, había olvidado tomar mis medicamentos anoche. Inmediatamente saque las pastillas que se encontraban en el cajón de una alacena y saque dos píldoras, que era  lo que me recomendaba la doctora Muller cada mañana.

-Vas a volver a tomar esas porquerías?- pregunto David enfadado-no hagas que me moleste contigo.

Seguí sin hacerle caso y trague la píldora, me senté en la mesa y cubrí mis ojos y oídos, "porque siempre tengo que olvidar tomarme las malditas pastillas antes de dormir" me pregunte. Voltee a ver de reojo a David, tenia un semblante furioso y de temer en ese momento, se subió la manga dejando al descubierto los hilos que tenia tejidos en su brazo y comenzó a jalarlos

-No debiste hacer eso- dijo al momento en que comenzó a gritar estruendosamente.

 Yo solo pude encogerme como niño pequeño debido al miedo que le tenia, sus gritos resonaron en toda la cocina mientras yo seguía hecho bolita en la silla."¿Por que..." "por que esto me tiene que pasar a mi?" dije para mis adentros.

De un momento a otro los gritos y ruidos cesaron y pude reincorporarme, me sentía tan aliviado de que por fin se callara, de que por fin se fuera. Me di una ducha y al terminar me vestí de manera rápida para ir a la universidad, no es que se me hiciera tarde, sino que debia aprovechar para pedir una cita con la doctora Muller. Llegue temprano a la universidad y me dirigí de inmediato a la oficina de la doctora, caminaba tranquilamente por el pasillo hasta que de la nada una chica de cabello negro choco con migo.

-Auch!- escuche su pequeño quejido mientras caía.

Se encontraba en el suelo, se veía tan frágil y delicada, como era posible que fuera tan bella?, inmediatamente me hinque para ayudarla con los papeles que se le habían caído, le ayude a levantarse, pero no podía dejar de ver su rostro con unos rasgos tan finos como una muñeca de porcelana.

-T...te encuentras bien?- pregunte de inmediato

-Ah?... si- respondió en un tono amable- discúlpame, sucede que suelo ser muy torpe a veces- añadió de manera suave

-Eres nueva?- pregunte solo para entablar una conversación

-Si pero... como lo supiste?

-Por esto-conteste entregándole el mapa de el campus- seria raro que alguien que estudia aquí desde hace tiempo usara esto.

-Ah... eso- contesto soltando una leve sonrisa.

- Adonde te dirigías?, digo, si se puede saber.

-A la sala de conferencias, pero creo que estoy perdida- contesto con un semblante de frustración

Sonreí inconscientemente ante su aspecto.

-Pues estas en lo cierto- conteste

-Ehh?

-La sala de conferencias esta en la dirección opuesta a la que te dirigías,-conteste señalando el lugar- no me impresiona que te perdieras, los mapas que te dan parecen hechos por niños de 5 años,-añadí de manera sarcástica-solo son un montón de garabatos.

Ella se limito a no decir nada, la mire de reojo, parecía un pequeño cachorro perdido en las calles, me dio tanta lastima el verla así, me puse a pensar un momento y decidí que la cita con doctora Muller tendría que esperar.

-Cual es tu nombre?- pregunte curioso.

-Agna...Agna Fischer.

-Bien, señorita Agna Fischer, si me lo permite le podría hacer de guía hasta la sala de conferencias-agregue cortezmente.

-En serio?- pregunto aliviada

-Por supuesto, ahora mismo no tengo nada que hacer, ademas me queda de camino hacia el laboratorio

-Gracias-contesto feliz-pero...como te llamas?

-German... German Spring

-Pues, un gusto German- dijo mientras levantaba su mano para saludarme-espero y seamos buenos amigos.

Estreche su mano y la conduje a la sala de conferencias, hablamos un poco y le indicaba los lugares mas cómodos para tomar un descanso o los salones a los que debía de ir, todo iba muy bien hasta que lo volví a ver, ahí estaba de nuevo, mirándome en el pasillo recargado sobre una ventana, comenze a ponerme nervioso, debido al hecho de que creí que volvería a gritar como en la mañana, haciendo que una guerra se desatara de nuevo en mi mente.

Pero, por alguna razón no lo hizo, solo se quedo mirándome y después a Agna, que es lo que estará tramando esta vez?, me preguntaba una y otra vez, el no dijo nada, solo me siguió para después rebasarnos y ponerse en frente nuestro y mirarme, de la nada soltó una sonrisa perversa que alertaba que tramaba algo, se dio la vuelta y desapareció, pero Agna, ella solo actuaba como si no lo hubiera visto, al igual que muchas personas, porque solo yo lo podía ver, POR QUE?.

La deje en la sala de conferencias y me despedí de ella, dejando de lado la aparición repentina de David, yo estaba feliz por este día, caminaba contento por los pasillos hasta que...

-Hola German, ha pasado tiempo desde que no te enamorabas, no crees.

-D...Da...David?

Como mierda era posible, estaba seguro que había tomado mis medicamentos, porque mierda lo podía ver?

La divina demenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora