La divina demencia

Rencor

Hola, espero y les guste este nuevo capitulo.

Ya saben estrllita y comentario para apoyarme.

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German:

Caminaba con rapidez hacia mi casa, no comprendia el por que estaba huyendo, ni siquiera sabia nada de o que habia sucedido, fue como si un deseo de hace mucho tiempo me hubiera impulsado a hacerlo.

Tenia que pensar en lo que sucedia, no entendia bien que debia de hacer en ese momento, no comprendia que era la sensacion que pude sentir aquella vez, queria relajarme, queria hablar con alguien para olvidar lo sucedido el dia de ayer. Pense inmediatamente en Agna, sin embargo luego recorde que probablemente ella este con su tia en este momento, segui caminando sin rumbo alguno, no podia pensar en nada mas que el dia de ayer, cuando regrese a casa aquella vez.

Flashbak:

Entre a la casa  con aquella sensacion que no se podia ir, encendi la luz y volvi a verlo sentado en mi sillon con un semblante relajado.

-Bienvenido a casa-  dijo con emocion en sus palabras

-Gracias-  dije con sinceridad.

-Gracias por que?-  cuestiono ante lo dicho  -por que te dije bienvenido, o por la ayuda?

-Ambas-  conteste dirigiendome lentamente hacia la cocina.

Me servi en un plato un poco de cereal y leche, lo comi en silencio mientras el me miraba yo me preguntaba un monton de cosas. Termine mi ceral y lleve el plato al lavabo, camine suavemente y me tope con el.

-Ven-  indico con mucha naturalidad.

-Que sucede?-  pregunte confuso ante lo que dijo.

-No has visto a los chicos hace mucho-  explico  -ellos te extrañan mucho sabes?

Me tomo de la mano y me jalo hacia mi habitacion, entramos e inmediatamente fuimos recibidos por una calida bienvenida.

-Veo que al final aceptaste-  comento Patricia con una sonrisa notable.

-David nos hablo de lo sucedido-  agrego Andres  -como te sientes?

-Mejor-  conteste mientras trataba de sentarme en la silla de mi escritorio.

Mire atentamente la situacion, ahi estaban los diez, David, quien no se despego de mi ni un segundo,  Andres, el cual jugaba con su moneda como recordaba,  Patricia, quien portaba un vestido azul y un abrigo de piel, Ismael el cual jugaba como siempre sin saber que yo estaba aqui, Carlos, uno de los que recuerdo fue el primero que se convirtio en mi amigo,  Maria una chica delgada y de baja estatura que miraba por todos lados analizando cada situacion

-Que es lo que haremos ahora German?-  pegunto Andres  -a que jugaremos esta vez?

-Esta vez,-  conteste  -no lo se en realidad estoy confundido.

-Ya veo-  agrego con seriedad  -pareces cansado, te dejaremos dormir tranquilamente hoy.

-Solo quiero que sepas una cosa-  confeso Maria acercandose subitamente hacia mi  -si crees que puedes aceptar nuestra propuesta y luego rechazarla u olvidarte de ella estas muy equivocado.