✧꙳𝙲𝚘𝚘𝚔𝚒𝚎𝚜꙳✧ 「𝙼𝙸𝙽𝚂𝚄𝙽𝙶」

»Trece«

Félix despertó con un leve dolor de espalda debido a la incomodidad de dormir en un lugar que no era su cama. Talló sus ojos y cuando pudo acostumbrarse a la luz de la mañana, se dio cuenta de que estaba muy cerca de Chan; se sentó de golpe, viéndolo removerse para acomodarse mejor aún con sus ojos cerrados, sonrió con una cálida sensación en su pecho por la imagen tan etérea que sus ojos tenían la dicha de ver, no todos los días se amanece junto a Bang Chan, debía aprovecharlo.

ㅡBuenos días, Félixㅡsaludó Minho mientras bajaba las escaleras ya muy bien bañado y arreglado con una expresión neutra en su rostro.

El mencionado apartó rápidamente la mirada del pelimorado, sintiéndose avergonzado por haber sido descubierto. Peinó su alborotado cabello mañanero y se dirigió a la cocina siguiendo a Minho, suponiendo que los demás estarían ahí.

ㅡVienen justo a tiempo, el desayuno ya está listoㅡsonrió Hyunjin antes de buscar los platos para servir.

Jeongin a su lado buscaba las tazas que usaría para servir el café recién hecho. Félix vio a su alrededor, notando que Jisung no estaba en ningún lado.

ㅡY Jisung?ㅡpreguntó, tomando asiento en el comedor.

Minho suspiró, recordando los eventos sucedidos hace un poco más de una hora. Estaba un poco decepcionado; luego del segundo beso, Jisung no dijo nada y salió corriendo de ahí a pesar de que había correspondido, ni siquiera dijo una excusa, solo se fue. No le gustó que tuviera que irse solo, pero se fue tan rápido que ni siquiera logró alcanzarlo.

ㅡEs domingo, Lix, sabes que está ocupado ahoraㅡhabló Jeongin, dejando una humeante taza de café frente al pelinegro.

ㅡCierto, lo había olvidadoㅡasintió.

ㅡ¿Qué es lo que tiene que hacer?ㅡpreguntó Minho con intriga.

ㅡHoy es día de visita con su madreㅡexplicó Jeongin, tomando asiento a un lado de HyunjinㅡCreo que irá él solo hoy, recuerdo que mencionó algo sobre eso ayer antes de venir.

ㅡ¿A qué horas sale de su casa?

ㅡDentro de unos diez minutos, creoㅡmiró el reloj el pelirosa.

Minho se levantó rápidamente de la mesa y salió de la casa sin despedirse, típico de él, pensaron.

Caminó a paso rápido, tenía que hablar con él, no podía ignorar así de fácil que se habían besado, además, ¿por qué huyó? Si no hubiese querido besarlo, solo lo hubiera apartado, pero, al contrario, le correspondió de la misma manera, como si también lo estuviera esperando.

A lo lejos, logró verlo cerrando la puerta principal de su casa, ya estaba aseado y vestido con sus típicas sudaderas que lo hacían ver adorable. Caminó más rápido hasta que estuvo frente a él, regulando su respiración debido a la agitación.