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Mis piernas estaban congeladas, al igual que cada minúscula parte de mi ser

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Mis piernas estaban congeladas, al igual que cada minúscula parte de mi ser. Me faltaba aire, no podía respirar.


¿Cuándo llegue aquí? ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegue aquí?


Mi cuerpo empezó a reaccionar y yo comencé a correr. Salí de aquella cabaña lo más rápido que pude. Las piernas me empezaban a pesar, <<pronto no podría seguir>>. Al salir me di cuenta de algo, estaba en un bosque. El cielo tenía marcas rojas, como si alguien hubiera dejado caer toda una cubeta de pintura roja, algunas nubes comenzaban a tener un tono naranja, era como si hubiera una guerra en los cielos.


Mierda


Un pequeño tropiezo me detuvo. Mis manos ahora se posicionaban en la nieve que cubría los bosques. Había algo rojizo que cubría la nieve, voltee a ver al cielo, <<tal vez era el reflejo>>, pero no, me había equivocado. Era sangre.

Voltee a los alrededores en busca de algún tipo de señal de vida, pero no había nada. Absolutamente nada. Solamente estaba aquella sangre que decoraba la brillante y blanca nieve y los gigantescos ¿pinos? En fin, no tenia salida. Intentaba ver más allá de los enormes árboles pero no, solo había un sin fin de estos.

Mis ojos se posaron nuevamente en aquella lejana cabaña de la cual venía. Y en el transcurso había huellas, mis huellas. Pero esas huellas venían acompañadas de gotas de sangre.


-¡Dee!, ¿¡Alguien me oye!? - grite lo más fuerte que pude, mi garganta ardía, mi voz era ronca y entrecortada, como si no hubiera bebido algo en días.


"No grites auxilio, te escucharan."


Esa voz... yo la conozco.

Pero, ¿Quién? maldita sea, ¿Quién demonios me escucharía en medio de no sé dónde?

A pesar de lo que su voz me advirtió mire mi cuerpo, tenía que comprobar si la sangre era mía. Empecé a escanear mi cuerpo, comencé por las piernas, no había rastro de ninguna herida la cual provocara esa sangre. Mis ojos llegaron a mis muñecas. En la mano izquierda sostenía una daga con una leve mancha de sangre.


Mis manos eran las cuales portaban aquella sangre. No había rastro de una gran herida, solo había un pequeño raspón.

Empecé a temblar, sentí un gran peso sobre mi. Acaso... ¿había matado?

No, no, no. Jamás, JAMÁS de los jamases llegaría a hacer algo así.

"Vamos Leah, se fuerte. Puedes con esto"


Interrumpiendo mis pensamientos, aquella voz volvió a ser presente en mi cabeza. "Se fuerte", maldita sea, pedía demasiado.


A lo lejos escuche unos pasos los cuales nuevamente me sacaron de mis pensamientos.

"Corre Leah, no te detengas y por nada del mundo mires atrás.".

Y eso hice, corrí lo más rápido, usé toda la potencia que mi cuerpo me permitió. Pero no fue suficiente.

Él ya estaba aquí. Él venía a matarme.

Entonces me desperté, y me di cuenta que era una pesadilla.


O al menos eso fue lo que me hice creer

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⏰ Última actualización: May 27, 2021 ⏰

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