Sweet First Love [CHANBAEK]

PARTE ÚNICA.

—¡Chanyeol!—la dulce voz de su esposo volvía a llamarlo pero él estaba demasiado concentrado en ver lo que había en la televisión y no le presto atención—. ¡¿Realmente harás que baje?

Chanyeol era todo un fan del anime a pesar de ya pasar de los treinta años, no perdía los episodios estrenos por nada del mundo y tampoco solía prestar atención cuando se concentraba realmente, quizás fue por eso que no se percató que la luz fue cortada y maldición cuando su televisor se apagó de golpe cuando la batalla del anime que estaba viendo se encontraba en el mejor momento. No debía mirar su celular porque sus amigos eran tan tontos que le contarían lo que pasaba, y por supuesto Chanyeol no quería eso.

Se levantó del sofá en donde estaba recostado y casi le da un infarto cuando vio a su esposo dedicándole una mirada asesina, los ojos de su cachorro parecían tener fuego en ellos y sinceramente no quería lidiar con ello. Camino hacia su esposo y beso su enorme barriga de ocho meses, para Baekhyun debía ser duro cargar con gemelos, aunque era lo que habían estado esperando desde que decidieron unir sus vidas en sagrado matrimonio, Chanyeol tenía un buen puesto en la empresa en donde trabajaba y su sueldo era lo suficiente como para vivir una vida digna, Baekhyun dibujaba planos desde casa porque no podía ir a su lugar de trabajo en esas condiciones. Ambos vivían la vida que se merecían y lo mejor era tenerse el uno al otro, aunque uno tuviera una severa adicción con los dibujos japoneses.

—Siento mucho ignorarte—pidió Chanyeol utilizando una voz tierna, pero aunque utilizó sus mejores armas, Baekhyun quería asesinarlo—. La luz se fue y este es mi karma por ignorarte, no volverá a pasar.

—Fui yo quien cortó la luz—contestó el menor conteniendo su rabia—. ¿Es tan difícil que dejes esos dibujos? Quiero que me prestes atención en tu día de descanso, cuando trabajas y llegas por la noche ni siquiera me besas porque ya estoy dormido.

—Claro que te beso, mi pequeña bolita—Chanyeol tomo las suaves manos de su esposo y depósito un casto beso en estas como símbolo de disculpa. Quizás si se había pasado un poco de la raya—. Pero no vuelvas a hacer eso, sabes que mis compañeros de trabajo no tardarán en decirme lo que pasará.

—¡Estoy a punto de sacar a estos niños!—grito Baekhyun, exasperado—. Cargo con ellos todos los días mientras me ignoras por ver tus dibujos japoneses, estos niños son iguales de enérgicos que tu, realmente no duermen en lo absoluto.

—Es bueno que un bebé tenga energía, ¿no?—Chanyeol abrazo con delicadeza a su marido, su barriga era muy grande pero no era incómodo en lo absoluto—. Y si son dos es más energía todavía, así que no te enojes conmigo, prometo que no volveré a hacer lo mismo.

—Hiciste que baje las escaleras cuando me duelen los pies—Chanyeol se alejó de su cachorro para ver el puchero que hacía con sus dulces labios, sin duda se seguía derritiendo de amor cada vez que lo veía—. Te odio, Park Chanyeol.

—Y yo te amo, Park Baekhyun—sonrió el mayor—. Ya dime que quieres que haga para que no me odies, puedo hacer lo que sea por ti.

Y por supuesto lo había mandado a comprar algunas cosas al supermercado, su esposo seguía teniendo antojos además de que comía por dos, siempre había sido glotón pero esos niños aumentaban su apetito aún más. Recordó con ternura como se habían conocido ambos, agradecía al destino por ello ya que sin su pequeño Baek no era nada, para él su querido Baekhyun era su universo.

Chanyeol tenía diecisiete años y fue al supermercado porque su madre necesitaba algunas cosas para la cena ya que su abuelo iba a ir a visitarlos, estaba de mal humor porque su novia había terminado con él con una excusa demasiado vaga y el tampoco la había detenido, se sentía vacío con ella y el buscaba a alguien que lo hiciera sentir querido, quien le prestara atención en todo momento y que viera animes con él sin que se aburrieran.