Hoy debo volver a mi ciudad, de donde salí huyendo hace dos años. Estoy frente al espejo, si, soy yo, lo sé, pero no me reconozco, perdí la alegría desde esa noche y durante estos dos años que han sido una eternidad para mí, solo han pasado pensamientos de odio y venganza por mi cabeza. Presiono mi puño y golpeo sobre la mesa. -¿Que haré? digo en voz alta, creo que es normal que tenga miedo, pero solo espero que el odio que siento por ellos sea mayor, lo suficiente para darme la fuerza que necesito para enfrentar a toda esa familia.
Golpean la puerta desde el exterior de mi habitación. lo que me saca de mis pensamientos rápidamente. -¿Estas lista?, pregunta Jona.
-Creo que si, le respondo. Él, entra en la habitación, solo de verlo siento un poco de paz, sus ojos color miel me transmiten mucha tranquilidad -no debes preocuparte, yo siempre estaré contigo- dice mientras acaricia mi mejilla, sonrío y el sonríe en respuesta.
Jona es mi mejor amigo, un chico dulce, ambos tenemos la misma edad, él, es hijo del Sr. Camilo quien trabajó con mi familia desde hace muchos años, quizás, desde antes que yo naciera, yo siempre lo he considerado como un hermano y hemos estado juntos siempre, cuando tuve que huir, el señor Camilo le encargo que me cuidara, aunque Jona afirma que lo habría hecho aunque su papá se opusiera.
Antes de subir al taxi que me llevará al aeropuerto, doy un ultimo vistazo a esa vieja casa color blanco, esa que me mantuvo a salvo y fue mi refugio durante este tiempo, miro hacia arriba, ese balcón, que guarda todos y cada uno de mis pensamientos, y que si pudiera hablar lloraría conmigo.
*****
El viaje ha sido largo, acabamos de llegar, me siento un poco impaciente, y mis manos están frías, Jona pasa su brazo sobre mi hombro y me acerca un poco mas, lo abrazo y me aferro a él, no decimos nada, pero es obvio el significado de este gesto, que el no me dejara sola y que yo no quiero que él se aleje.
-siento llegar un poco tarde, señorita Alexa, miro en dirección de esa voz, es el señor Camilo, aun viste muy juvenil con su ropa deportiva, camino hacia él y le abrazo fuerte -Señor Camilo, digo- tanto tiempo sin verlo. -señorita, usted esta más hermosa, una verdadera princesa. me dice.
-¿y yo?, ¿también parezco un príncipe?-pregunta con sarcasmo Jona. quien se abalanza a abrazar a su padre.
Me pierdo un poco en mis pensamientos, al verlos juntos, es como si el tiempo no pasara, el señor Camilo no ha cambiado nada, de hecho, nunca lo vi mas joven, ni mas viejo, es el mismo Señor Camilo de siempre.
-¿quiere ir directo a la casa? Pregunta el señor Camilo sacándome de mis pensamientos. -Quiero ir antes al cementerio, respondo. siento ambas miradas en mi, sin embargo no dicen nada, terminan de subir las maletas al auto y nos apresuramos a subir ya que ha empezado a llover.
Cierro los ojos y me recuesto sobre la ventana. -estas cansada, creo que es mejor ir a la casa primero, dice Jona. exhalo fuerte como en señal de desaprobación.
-Hemos llegado-dice el Sr. Camilo
Bajamos del auto en total silencio, mis pasos se pueden escuchar sobre el suelo, mientras avanzo, mis pies se sienten muy pesados, una lagrima cae y ya es imposible evitar llorar, llego hasta esa tumba, hay tres lapidas en mármol blanco, acaricio levemente con mis dedos sobre el nombre de mi papá, me arrodillo, sigo recorriendo con mis dedos cada una de las letras, me detengo en el nombre de mi mamá, no puedo evitar llorar, resuenan en mi cabeza sus voces, sus sonrisas, me levanto para ir a la tercer lápida.
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Princesa de la Mafia
Teen FictionAlexa es una joven dulce, amable e inteligente, es hija de un mafioso, quien se enamora de su enemigo. La ambición y el poder pueden corromper hasta los más nobles sentimientos, pero para sobrevivir no deberá tener piedad ni siquiera con el amor de...