Princesa de la Mafia

Capitulo 2

Bajé la ventana del auto para apreciar mejor el panorama de la escuela. Un arco enorme al llegar, ingresamos por un camino de tierra rodeado de muchos arboles a ambos extremos que conducía al estacionamiento, desde ahí ya se podía ver el edificio principal y los jardines,  -por fin hemos llegado, dice el Sr. Camilo quien conducía.

-Ánimo, soltó Jona, y apretó mi mejía

-me sentiré extraña, es la primera vez que vengo a una escuela.

-claro que no, todos son amables, y tu, eres muy especial, ya veras que en un momento harás muchos amigos. Jona hablaba con tanta sinceridad que hasta podía creerle.

Otros estudiantes murmuraban, pero aun podía distinguir uno que otro comentario. -chica nueva, -¿Quien es?, -Me encantan sus zapatos. Sonreí para mi misma, era un hecho que algunos estaban un poco alborotados al ver a una estudiante nueva.

Fuimos primero a administración donde nos indicaron el salón que nos correspondía. Para nuestra sorpresa no estábamos juntos, Jona intentó convencer a la chica de esa área, quien le sugirió que nos presentáramos a nuestra respectiva clase y que al final del día ella revisaría con más calma y así podría asignarlo a otro grupo.

-hola chica nueva, dijo alguien tirando de uno de mis mechones, era un joven, -soy Dereck-se presentó.

-mucho gusto Dereck, mi nombre es Alexa Farías.

-el gusto es mio. Si quieres, podemos ser pareja-dijo.
No entendí su comentario inmediatamente-¿Pareja?-respondí con asombro, -si, de mesa, señalo por todo el salón.

Pude notar como otras chicas sentadas al lado izquierdo soltaron una carcajada, murmuraban y me veían con desagrado, pensé que lo mejor seria pasar desapercibida por lo tanto me fui hasta la mesa del final sin responder a la propuesta de Dereck. Ya había entendido. En el salón se usaban mesas dobles, había un par de estudiantes en cada una. Un maestro de lentes  entró al salón, se presento como Harry nuestro tutor, inmediatamente aclaró que este año seria todo diferente y que él impondría las reglas estrictas y todos debíamos acat...

-disculpe por llegar tarde, era Daniel quien había entrado de repente al salón. Se escucharon al unisono los suspiros de las chicas, incluso yo estaba suspirando por él, se veía muy atractivo, él, llevaba puesta una camiseta blanca y una camisa de botones abierta de color turquesa.

-Sobre todo esto, dijo el maestro, había cierto tono de enojo en su voz, - ya no permitiré más interrupciones y llegadas tarde, elevó su tono. -Bien señor Sandres, dijo dirigiéndose a Daniel, él no me había dicho su apellido, sin embargo, al escucharlo me sonó familiar, -dado que llego tarde, continuo el maestro, siéntese al final junto a su nueva compañera, extendió su brazo indicándole el lugar. Daniel se dio la vuelta y un pequeño brillo aprecio en sus ojos claros, sorpresa o alegría tal vez, caminó hacia mi, y mi corazón empezó a acelerarse, sentí un poco de ardor en mis mejillas, quizás ya me había sonrojado.

-¿Estas siguiéndome? dijo riendo.

-Claro, respondí, se escucharon los silbidos de algunos chicos, y pensé en ese momento que mi respuesta había alterado un poco el ambiente, me sentí avergonzada. -¿Como es posible que pienses que te estoy siguiendo? repuse a cambio, quizás solo es una coincidencia del destino. Levanto una ceja mostrando su incredulidad ante mi respuesta. Se sentó junto a mí.

La chica rubia de la entrada no parecía muy feliz, me miraba con arrogancia desde que él llegó. -¿entiendes algo? preguntó, atrayendo mi atención.