Wang Yibo suspiro incómodo. La presión que le generaba el nudo de su corbata, parecía ser más apretado de lo normal. Jalo de ella intentando estirarla un poco, sintiendo como su respiración se agitaba por su lucha con aquella fastidiosa reunión.
Había olvidado la última vez que la Mansión Wang tenía a tantos invitados recorriendo el lugar. Y aunque de haber sido un momento más agradable, ignoraria la presencia de todos esos desconocidos, esta vez estaba obligado a recibirlos uno a uno mientras ellos le daban el pésame.
El castaño gruño liberandose al fin de la corbata, dejándola en la mesa de la cocina triunfante. Levanto la copa de Vino dulce que parecía carecer de alcohol, y bebió lo último que quedaba de un solo trago.
—¿Cómo estás?—cuestiono Xiao Zhan entrando a la cocina
Wang Yibo lo miro de pies a cabeza, disfrutando ante su vista lo bien que lucía su esposo con ese traje entallado color blanco, y ese cabello azabache que caía sobre su rostro contrastando sus pupilas avellana.
Al no recibir respuesta, el mayor se aproximó al contrario y lo abrazo de la cintura, apoyando su rostro en el cuello de éste, y sintiendo el aroma de su perfume a Sándalo.
—Zhan-ge...Ya me quiero ir—exclamo Wang Yibo haciendo un puchero—. Tengo que estudiar el libreto de la serie en la que voy a colaborar
—Pues aprovecha esta ocasión para usar esa magia que tienes cuando actúas—instó Xiao Zhan dándole un beso en la mejilla—. Se el nieto que sufre por su abuela fallecida
—¿No puedo ser el que carece de emociones y prefiere irse?—sonrió sarcásticamente
—No
—Al menos dame una recompensa. Estuve trabajando como loco durante toda la semana. Aprovechemos que estoy aquí...Vamos a mi habitación—propuso dándose la vuelta y abrazándolo
—¿Cómo puedes pensar en eso en un momento así?—salto el azabache alejándolo
—Es tu culpa. Tu presencia me transforma—respondió guiñándole el ojo
—Esta bien..., pero luego bajas y lloras
—Aun no entiendo cómo pude prestarme para algo así...
Wang Yibo lo rodeó con sus brazos y le dio un beso apasionado. Sus últimos días trabajando en una serie de detectives, lo mantenía ocupado y llegaba a altas horas de noche ya exhausto.
Ambos caminaron en dirección a las grandes escaleras, adornadas por crisantemos. Y aceptaron las palabras de todos aquellos que se apresuraban a darle su calidez al nieto. El cual usaba como pretexto, el necesitar estar solo para asimilar la muerte de su abuela por un paro cardíaco.
Al llegar al segundo nivel, el menor arrastro al contrario tomándolo de la muñeca hasta su habitación. Luchó por quitarle la llave a la cerradura, y entro apresurado cerrando la puerta tras ellos.
—Por fin...—dijo Wang Yibo sujetando de las mejillas al azabache—. Ahora estamos solos
—Yibo espera...—susurro alejándolo un poco
—No voy a esperar—gruño el castaño jalandolo de la cintura y aferrándose a él
—¡Qué te esperes!—pataleo Xiao Zhan al sentir como el más alto buscaba quitarle el saco mientras besaba su cuello
— ¡Zhan-ge! ¡No! ¡Quiero hacerlo ahora! ¡Así que si no te quitas la ropa, soy capaz de romperla!
—Lamento interrumpir—dijo una voz femenina detrás de Wang Yibo— ¿Qué no ves antes de entrar?
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ME PERTENECES II-BIENVENIDO AL JUEGO
ActionLuego de que Xiao Zhan descubriera el pasado de su familia y la conexión con la de Wang Yibo, el muchacho que robó su virginidad y su corazón, sus días pasan como si se tratara de una vida normal, hasta que un obsecionado ex de Yue Yang, reaparece i...