En el borde del lago, en un tronco caído, se sentó la rana, instaló sus pinturas y pintó en un lienzo con un pincel, una mariposa que se balanceaba sobre una margarita.
Pintó y cantó.
Una pequeña conejita escuchó el canto de la rana, miró desde atrás de un árbol y corrió hacia el borde del lago. El oso que estaba entre los arbustos, levanto la cara y también fue hasta la rana.
¡Qué hermosa pintura! – elogió la conejita mirando la pintura. – Yo no puedo pintar así.
¿Y tú, rana, estudiaste en alguna parte ... para ser artista? – preguntó el Oso.
– No. Nací así – respondió la rana. – ¿Te gusta la mariposa de la pintura?
"Ella es... tan... rosa... Y por eso es hermosa..." dijo la conejita. – Si yo fuera tan rosada, ¡probablemente también sería considerada la conejita más hermosa del mundo!
"A mi me gustaría ser ... mitad verde y mitad azul", dijo el Oso soñadoramente. – ¡Entonces yo también me convertiría en el cachorro de oso más famoso de nuestro bosque!
– ¡Aquí hay una oportunidad! – la rana dijo exaltada. – Si todo el asunto está en eso, entonces acepto ayudarlos. Tengo pinceles y pinturas también.
La rana tomó dos pinceles y se puso a trabajar.– ¡Qué rosada estás! Dijo el cachorro de oso y acarició la cabeza de la conejita.
– Y tú también ... qué ... verde-azul ... Bueno, completamente ... ¡azul-verde! – dijo la conejita y acarició al osito en la espalda.Cuando el Oso miró dentro de su guarida, Mama Oso, que estaba preparando la cena, dejó caer la olla al suelo por el miedo.
– ¿Qué tipo de animal es este? Ella gruñó.
"No soy una bestia ... soy ... un oso ..." fue la respuesta que dio el osito.– Mi hijo ... es café, y no tanto ... ¡multicolor! ¡Dime que haz hecho con mi pequeño oso! – Amenazó al oso con una cazuela.
El oso se escapó corriendo de casa y se encontró con la conejita triste en el bosque.
– ¡Mamá no me reconoció! – gimió la conejita.
– La mía tampoco ... – Dijo el oso.Sobre el bosque, cabalgando sobre una nube, apareció el sol. Bostezó, esponjó una nube como una almohada, cerró los ojos y se durmió. Inmediatamente se volvió oscuro todo el bosque.
– ¿Qué hacemos? – preguntó la conejita.
El Oso bostezó y se acostó en una bola de hojas debajo de un árbol.La conejita puso un puño de hojas secas como almohada y comenzó a mirar a través de las largas ramas mientras la alegre luna amarilla iluminaba el cielo. Pronto se quedaron dormidos los dos.
Por la mañana, la conejita y el Oso se despertaron y corrieron hacia el rio para bañarse. Vieron que el puente sobre el arroyo estaba roto.
– Arreglemos el puente – Dijo el Oso.
– ¿Lo rompimos? – preguntó la conejita.
– No importa. Lo arreglaremos y será útil para alguien.
– Excelente idea – Dijo la conejita.Mientras reparaban el puente, sumergidos en el agua del arroyo, toda la pintura se lavó y un arroyo multicolor atravesó el bosque.
La rana iba pasando por el puente y dijo:
– ¡Qué puente tan maravilloso!
Detrás de la rana venia Mama Oso y miro a su pequeño.
"Soy yo ... Soy yo ... Nosotros ... lo arreglamos!" – Gritó alegremente el pequeño oso y se arrojó a los brazos de mama Oso.Mamá Oso acarició al Oso:
– ¡Buen niño!
– ¿Y yo? – preguntó la conejita.
– Y tú ... ¡bien hecho! – dijo la rana y sacudió la pata de la conejita.
– Mamá, ¿Cómo me reconociste hoy? Después de todo, soy azul-verde... – se sorprendió el cachorro de oso.
– Eres de color café, – sonrió la mama.
– De hecho, – dijo la conejita mientras le rascaba la cabeza.
– Y tú ... no eres rosa ya, eres blanca de nuevo – observó el oso, mirando a la conejita.
– ¡El arroyo les lavó la pintura! – les explicó la rana
Y Mamá Oso dijo:
– Ahora te has hecho famoso en todo nuestro bosque ... Cuando alguien cruce este puente, sin duda dará las gracias a la conejita y al Oso, que lo repararon ...– Ves, para volverte famoso, no tienes que ser ... ¡colorido! – añadió la rana. – ¡Solo tienes que hacer algo por los otros!
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Animales de Colores
FantasyUn cuento de hadas sobre cómo una rana pintó una conejita y un oso con pinturas para ser famosos.