Pastor de Lobeznos

Cap 2: El día a día de ella

La chica miro el espejo asqueada 'ah... porque soy tan jodida mente desagradable' la imagen frente al espejo era la de una chica castaña, ojos azules, cuerpo normal, no especialmente atractiva.

Frunció el ceño mirando sus ojos sin vida hundidos en su propio rostro, la carne de su piel podrida con gusanos paseándose por aquí y por haya, sintiendo la desagradable sensación de ellos hundiendose en su piel, aunque sabía que no era real, para ella si lo era, no le gustaba mirarse al espejo, pero, lo estuvo haciendo desde aquel incidente para acostumbrarse a la desagradable sensación. Con el tiempo no le molesto y se acostumbró a la imagen, siendo así capaz de ver a cadáveres sin siquiera parpadear.

"Hora de trabajar" miro al reloj en la pared justo encima del espejo.

Se puso la ropa interior, se vistió, no se preocupó por su peinado y simplemente se ató el cabello descuidadamente, tomo la llave encima de la mesa y salió de la pequeña habitación.

"Ring! Ring!..." su teléfono empezó a vibrar, lo saco de su bolso y tomo la llamada.

"Hola?" siguió su camino "Justo me estaba yendo" subió al ascensor y confirmo el piso "si, sólo tenemos que dividirlo" salió del ascensor y se dirigió a su auto "Lo se! Nada tiene sentido por más que quiera juntar las piezas, nada encaja" quedo petrificada al frente del carro, no pudo evitar reaccionar al escuchar la voz femenina de fondo "Si... Dile que yo también le mandó saludos" una sonrisa que era casi inexistente para cualquier otra persona, apareció en su rostro "Esta bien" colgó el teléfono y subió al auto.

Antes de partir, busco en su galería una imagen de ella, su respiración se aceleró, sus mejillas totalmente sonrojadas, sintió como su entrepierna empezó a mojarse y sus pezones dolían en el sostén 'sólo será... un minuto'.

......

"Aunque te dije que no llegarás tarde, lo hiciste" el hombre de traje se quejó expulsando humo de su boca.

"Sólo fueron unos minutos" se quejó la chica.

"... sólo, siéntate y comienza tu parte" término de hablar e inhaló del cigarrillo en su mano

Se sentó frente al hombre y empezó a trabajar, posó su mirada en el por un minuto, estudiando su cara, suspiro e inmediatamente la apartó. Justo ahora ella estaba viendo a ese hombre, tal y como veía a todo el mundo. Como se veía al espejo todas las mañanas.

Se supone y el debería ser un atractivo hombre: labios finos y apetecibles, nariz fina, piel limpia sin impurezas además de uno que otro lunar, ojos azul violeta con largas pestañas y cabello de un rubio pálido con un flequillo bien peinado hacia la derecha.

Lo único que ella podía ver era un cadáver cubierto de gusanos y putrefacción.

"¡Kara!" fue sacada de sus pensamientos.

"Necesitas algo?"

"¡Por dios! Te llevo llamando por media hora!"

"..." Kara suspiro con pesar 'justo el cadáver andante más molesto'.

"Ocupate de esto, necesito hacer algo urgente" su voz con un tono dominante, como si fuera su jefa.

"No" se negó, le quitó la mirada a la pelirroja y volvió a lo suyo '¿Acaso es alguna clase de masoquista?'.

"¡¿Cómo?! ¡¡¡Tu!!! ¡Niñata creída!" Sus cejas castañas bien delineadas fruncidas arrugando su frente, aún así sus ojos parecían tristes y su rostro estaba evidentemente rojo, aparto su cabello de sus hombros y se fue vociferando.

'Tan molesta' bufó volviendo a mover sus dedos hábilmente en el teclado. Siempre que ella se negaba a estas cosas, aún así, volvía otro día con algo para molestarla.

Todas las personas que estaban fijando sus ojos en ambas chicas apartaron la mirada cuando el show de cada día, desde que había llegado la castaña, sucedía. Todos sabían la evidente situación de Anastasia, estaba locamente enamorada de Kara pero la forma en que intentaba llamar su atención, no funcionaba de ningún modo posible.

'Como podría'

Pensaron todos, hasta el compañero que hace poco había regañado a Kara pensó lo mismo.

.....