¿Recuerdas? Eramos amigos, de esos amigos inseparables, pasabamos horas uno al lado del otro, aveces haciendo nada, otras tu tocando guitarra y yo escribiendo o solo pensando porque a tu lado podía hacer lo que quisiera, a tu lado todo era mas fácil. Eso era lo mejor de nuestra relación hasta, el bendito "hasta". Aún recuerdo ese día, el día que nos besamos por primera vez o mejor dicho la noche, pues era de esas noches en las que nos sentabamos en tu cuarto a conversar de lo que queríamos hacer, lo que nos importaba, donde hablabamos de todo un poco, esas preciosas noches en las que abriamos un poco nuestra alma. Fue ese día en que comenzó todo. Esa noche me quede en tu casa, como ya era costumbre, si me quedaba hasta tarde dormía allá, esa madrugada dormi contigo, hacía frio y nos arropamos ya muy cansados, me besaste, te bese y luego descansamos o eso creo, no pensé mucho en el beso esa noche, no le di importancia, yo no quería estar con nadie y tu tampoco, ambos disfrutabamos de nuestra soledad.