Gemelas➸Kookmin©

Único.

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—¡Niñas hora de levantarse, deben ir a la escuela!— apresuró el pelimorado desarropando a ambas, moviendo sus brazos un poco— Bajen a desayunar.

—¡Pero, minnie! Mm.— murmuró una de ellas estirándose en su lugar. La otra quiso volver a arroparse pero el mayor no la dejó.

—Por favor, hemos hablado mil veces lo mismo, levantense de una vez, mamá ya se fue.— pidió saliendo del cuarto, apagando el aire y prendiendo la luz.

–¡Odio ir a la escuela!–. Dijo una de ellas levantándose y yendo al baño, la otra la siguió. Mientras la de pijama rosa lavaba sus dientes, la de pijama morada hacia del uno.

...

—Ya está su comida servida, sientese. Iré a cambiar a Woonie, no tarden.—dijo Jimin poniendo sus platos más cerca de ellas sobre la encimera, él tomo un vaso completo de merengada y fue corriendo piso arriba.

Desde que su madre empezó a trabajar en tiempo completo de enfermera él tenía que hacer la mayoría de las cosas.  Como hacer el desayuno, ocuparse de su hermana pequeña y también de las gemelas, estudiar y trabajar. A pesar de tener todo su tiempo invertido no le molestaba cuidar de ellas y ser responsable en ayudar a su mamá.

Bañó y cambió a la pequeña Park Wooni, que era la menor de cuatro años, luego bajo con ella y la puso a comer con las gemelas Park Jihyun y Park Jahye, de ocho años. Entonces él volvió a subir, se ducho rápidamente y se vistió con lo primero que consiguió. Al bajar ya todas habían terminado su desayuno.

—Vamos, agarren sus bolsos.— las gemelas acataron ordenes ya vestidas y listas, él agarro la lonchera de la más pequeña y el suyo propio saliendo con las tres de la casa. Suspiro, ya iban un poco tarde pero se apresuro todo lo que pudo en caminar hasta la escuela de las gemelas, dio par de abrazos y cargo a Wooni para dejarla al otro lado en la guardería, a ella le dio un besito—. Vuelvo en unas horas, yo también iré a estudiar. ¿Podrías por favor portarte bien?

—Si, minnie.— él sonrió y dejo otro beso sobre su mejilla bajándola, se despidió de la maestra y de ella y se fue corriendo a su universidad. Tuvo que agarrar un bus para llegar antes, el trajín lo cansaba pero así era diariamente por lo que ya estaba acostumbrado.

Él era el mayor de los cuatro, tenía diecinueve, con una carrera como diseñador gráfico también un trabajo en una pastelería, ahí le pagaban demás por hacer los diseños de los jarrones, potes, envases y más cosas que a la dueña se le inventara para ganar dinero y mas clientela. Él estaba bien con eso, ayudaba a comprar cosas para sus hermanas y también para él.

Su madre decía que él era muy noble, el mejor hijo que Dios le había podido enviar. Era el único varón en la familia ya que su padre los había dejado cuando las gemelas habían nacido, la menor era de diferente hombre y él había muerto en un accidente de auto hace dos años. Sin embargo Jimin había salido no tan diferente a las mujeres; le gustaban los hombres, los colores suaves, vestirse de manera peculiar, muy afeminado poco masculino. Claramente era abiertamente consciente de eso y todos en su casa, las más felices de eso eran las gemelas porque amaban la personalidad de Jimin, también su colección de perfumes y accesorios.

Los días en la universidad eran normales, era conocido como el chico lindo de diseño, era bueno en lo que hacía y pasaba su mañana cómodo con las taras y nuevas prácticas del profesor. Cuando salio fue directo a recoger a Wooni quien lo esperaba con brazos abiertos.