¿Por qué la vida es tan injusta?
¿Por qué no estuvo de su lado?
Tan solo tenía tres años,
cuando lo arrebataron de sus brazos.
Pero el pequeño,
aunque ahora no tanto,
lo sigue esperando.
Cree que algún día regresará,
que él podrá abrazarlo,
para no soltarlo jamás.
Y decir, aún llorando:
Cuánto tiempo ha pasado, Papá.
