Me recorre el cuerpo como una descarga eléctrica, mi mente se nubla y lo veo solo a él, puedo aprecia cada detalle de él sin más. El mundo desaparece cuando me encuentro con él, nada tiene sentido y a la vez todo es tan claro. Su mano cubre la mía y también cubre mí alma desnuda, su cuerpo me lleva a un frenesí del cual no deseo salir, su boca me consume, sus labios son mi perdición y sus ojos mi pasión. Mi corazón ya no lo siento, se lo ha llevado él. Mi alma es esclava y él es señor de todo. No puedo ser cuerda solo me entrego a él, a su perfección. Sus manos recorren mi cuerpo y yo me fundo en el deseo. Quiero entrar en razón y no ser dominada por la pasión pero su boca dice lo contrario y vuelvo a caer en su poder. El es mi perdición. Su fragancia me embriaga. Soy adicta a su aroma. Su toque es mortal y yo soy una suicida que daría su vida por un roce de su cuerpo. Mi cuerpo se descontrola. Convulsiona debajo de él. El se hunde en mi, yo le doy mi alma. Es una condena. Me he entregado y soy suya. Él suspira y deja caer su cuerpo sobre el mío nuevamente, su calor me abraza, me consume. El es mi infierno y mi cielo, mi pecado y mi bendición. El amor y la pasión no me dejan, su fuerza me deshace, sus movimientos me quiebran y sus gemidos me enloquecen. Mi mente vuela y cae en la negrura, mi piel se quema y amo el dolor que me produce. Soy una sumisa de su poder y el es él amo de mi cuerpo, alma y espíritu.