A Asahi no le gustaba hacer demasiadas cosas, el solo se mantenía en su mundo muchas veces, se dejaba consentir por sus hyungs y no se molestaba demasiado cuando los chicos le jugaban bromas, ellos solían decir que era como una muñeca de papel no solo por lo pálido del gato si no también por su poca fuerza y que realmente no ponía demasiada resistencia cuando lo levantaban para llevarlo a cuestas a algún sitio.
Algunas veces al gato le dolía la cabeza y esos días utilizaba unos anteojos que no tenían tanto aumento y solo le daban un pequeño descanso a su vista.
En lugar de buscar un camino propio el gato se consideraba más de los que seguían a otros, casi nunca proponía ideas o daba su opinión, ya que de alguna manera siempre estaba deacuerdo con lo que sea que los chicos eligiesen.
La mayoría de los estudiantes odiaba el uniforme de gimnasia, quejándose de que era muy holgado o cosas así mientras que Asahi adoraba aquel uniforme por lo cómodo que era.
Otra cosa que adoraba y lo entretenía de vez en cuando era jugar al cupido, a veces incluso apostaba con Doyoung sobre quienes eran pareja o quien estaba interesado en alguno de sus compañeros. Sus amigos habían recibido demasiadas confesiones en sus pocos años de preparatoria, siendo Jihoon y extrañamente Junkyu los verdaderos rompe corazones de último año, el panda recibía casi una confesión por mes mientras que Junkyu siempre conseguía postres en su silla acompañados por cartas de amor y cosas así. Para el peliblanco siempre fue divertido ver la expresión que hacían sus amigos ante aquellas situaciones.
Cómo una vez que durante el almuerzo una chica se acercó para invitar a salir a Yoshinori y al tigre casi le salen fideos por la nariz de la impresión o la vez que un chico trató de robarle un beso a Yedam y nuevamente Yoshinori apareció y lo correteo por toda la escuela amenazándolo de muerte.
Era gracioso.
Había escuchado a algunos quejarse de cuánto les gustaría que algo así les pasará a ellos, lo lindo y romántico y rosa con brillitos que era tener un amor colegial.
A Asahi nada de eso le interesaba, nada sobre romances o esas cosas, no iban con el además de que el ya tenía novio y ese era Jaehyuk, lo suyo con el león no era rotundamente oficial, sus amigos tampoco lo sabían, o eso quería creer el, pero si lo sospechaban al igual que todos a su alrededor por lo consentidor que solía ser el león con él o por el demasiado tiempo que aquellos dos pasaban juntos.
Por eso demasiado grande fue la sorpresa del japones cuando al finalizar su clase de gimnasia uno de sus compañeros, un lindo híbrido de no estaba seguro que llamado Fuma, el otro japones estudiaba con ellos como desde su segundo año de preparatoria, Asahi le había devuelto el saludo alguna que otra vez en esos años y quizá también hicieron algún deber juntos en la biblioteca que el peliblanco no recordaba en ese momento porque su mente estaba absolutamente en blanco luego de escuchar lo que Fuma tenia para decir.
—No tienes que corresponderme— Aclaro el adorable chico haciendo un gesto nervioso con sus manos —Solo, yo de verdad pienso que eres muy lindo— Murmuro sintiendo su rostro arder, conteniendo su pequeña sonrisa desanimada al ya saber la respuesta que obtendría desde el principio.
Asahi estaba igual o incluso más sonrojado, quizá por la vergüenza que aquella situación le provocó —Lo siento— Se disculpo el gato haciendo una profunda reverencia antes de salir corriendo hasta los vestidores.
Todos estaban en un shock momentáneo, rompiendo a reír luego de la inesperada situación, Fuma se sentía avergonzado pero por lo menos no se quedaría con sus sentimientos para siempre, tampoco había Sido un rechazo rotundo e inminente y la timidez de Asahi no dejaba de ser demasiado linda para el chico que solo se encogió de hombros soportando las burlas de sus amigos mientras que Haruto corrió también hasta los vestidores siendo seguido por Mashiho y Doyoung.
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Orejitas - Nos fuimos a la secundaria.
RandomLos cachorros ya crecieron y están a punto de graduarse de la secundaria, las amistades son las mismas pero algunos sentimientos extraños empiezan a nacer y nuevos amigos empiezan a llegar. ¿Seguirán igual de revoltosos que cuando solo tenían seis a...