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Soledad

"¿Pensé que no querías llamarme?" se rió entre dientes, sus mejillas se arrugaron cuando su sonrisa traviesa salió a la luz. Baekho apretó los dientes. No quería, claro que no pero tampoco quería estar solo y después de lo que el otro le había hecho el otro día, su cuerpo se negaba a escucharlo más. Anhelaba más y peor, anhelaba al mismo hombre. La única persona a la que juró no llamar nunca, estaba en el dormitorio de Minhyun, que estaba a sólo unas cuadras de su universidad. "Entra."

Baekho entró aunque de mala gana al principio. Minhyun se limitó a mirarle la espalda mientras miraba alrededor del ordenado dormitorio.

"¿No tienes un compañero de dormitorio?" Baekho preguntó, principalmente por curiosidad ya que sólo había una cama individual mientras que la mayoría de los dormitorios tenían dos.

"¿Tienes curiosidad?" Minhyun respondió con una pregunta cuando la puerta se cerró con un fuerte golpe, haciendo que Baekho se sobresaltara y también se diera cuenta de que ahora estaba solo en la habitación con el hombre.

"¡No! Sólo... asegurándome."

Minhyun se rió entre dientes y se apoyó contra su puerta. "¿Asegurándote de que nadie más entre y nos moleste?"

Baekho se sonrojó pero tiró su bolso a un lado y se acomodó en el cojín de Minhyun. "Sí..."

Minhyun se acercó a él divertido y se sentó en su silla. "¿Qué es lo que quieres hacer?"

"Yo... no lo sé. Tú fuiste quien sugirió ser compañeros sexuales, así que, ¿qué hacen los compañeros sexuales aparte del sexo?" Preguntó Baekho mientras se quitaba los calcetines. Los puso en el bolsillo de su bolso lateral y Minhyun sonrió.

"¿Lo has hecho antes?"

"¿Eh?"

"Anal. Estoy hablando de anal."

Baekho jadeó y negó con la cabeza. "N-no. Quiero decir... No es que me gusten los chicos."

Minhyun arqueó una ceja y se rió entre dientes. Se levantó de la silla y se dirigió a su armario. "Entonces, ¿por qué me llamas? ¿Crees que te dejaré hacer lo que quieras conmigo?"

"¡No! Yo... Ugh. Estoy solo, supongo", murmuró Baekho y Minhyun lo sintió de nuevo. Ese sentimiento emocionante se agitaba en su corazón.

"Baekho, siéntate frente a la silla."

"¿Eh?"

"Continúa. Te haré sentir bien si me escuchas", dijo Minhyun y Baekho se puso de pie de inmediato. Se sentó frente a la silla, sin saber por qué, pero lo hizo de todos modos. Minhyun regresó con él después de conseguir algunos artículos. Se sentó en la silla y Baekho se estremeció ya que ahora estaba al nivel de la entrepierna. Minhyun se inclinó hacia adelante y le sonrió a Baekho. "Dame tus manos."

"¿Me vas a atar de nuevo?" Preguntó Baekho, viendo como Minhyun tenía corbatas en su mano. Minhyun se rió entre dientes y asintió.

"Sí. Fue divertido verte luchar la última vez. Además, aún te las arreglaste para correrte al final, así que creo que valdrá la pena entrenar".

"E-ent- ¡¿Quién crees que soy?!" Baekho espetó y estaba a punto de levantarse, pero Minhyun lo agarró por la camisa y lo acercó a él. Baekho se puso de color tomate y se mordió el labio inferior cuando la mirada de Minhyun hizo que su cabello se erizara.

"Alguien lo suficientemente aburrido como para encontrar a otra persona aburrida. Te prometo que me detendré si crees que es demasiado para ti, pero ¿tal vez realmente lo disfrutes?"