Borracho de sueño y cruzando trincheras audiovisuales

Borracho de sueño cruzaba entre sus trincheras audiovisuales.

Miraba fijamente a los presentes y ninguno pedía mucho, saben que no pueden porque tras sus muertes nadie recordaría sus caras largas. Ellos ofrecían sus historias sin memorias, sus penas, con las que allí intercambiaban recuentos concretados en la emoción de añorar.

-Ya yo viví todo eso, y suerrrte tuve que pude hacer antes de tener hijos y casarme. -lo dice con ese tono inscrito en la avenida de los que marchan atrás- ...

(...) : Mientras iban hacia adelante y con todo poder fracasados, poder de un alma llena que siente pena por sí misma y nunca se preocupó por mover un solo dedo para salvarse, que se desquita sus miserias, que se ventila al replicarse con algo como "el secreto de haberse enamorado de todo lo que se ha dado por hecho" en respuesta a la provocación de vientos hereticos, siempre acertados e irrelevantes.

Me preguntaba si es o no amor una pirámide -tanto como porqué relacionar e interceder en cuestiones que son impropias- porque lo que falta de precisión es descartado a simple vista, como un número impar -quizá como todos al reflexionar- porque chocan entre si, por los huecos que no respiran el gris, ese gris que nos apertura fragosa confusión.