capitulo 1.

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Aun recuerdo ese día, el día que cambio toda mi vida.

Estaba jugando con mis hermanos mayores, Emma y Charlie. Emma utilizaba su don de la ilusión para molestarme, mientras que Charlie solo miraba, tiene el don de ver el futuro, ambos son mayores que yo, por 10 y 6 años respectivamente. 

Yo solo tenía 4 años en ese entonces, Emma provocaba ilusiones de monstruos por la casa para asustarme, y como era esperarse de un niño de cuatro años, comencé a llorar, a desesperarme, y fue allí cuando ocurrió, sentí una energía fluir por mi cuerpo al exterior, estaba temblando, pero no era solo yo, era la tierra reaccionando a mi temor.

Mis hermanos se asustaron, comenzaron a llamar a mis padres, ambos almas gemelas, poderosa pareja, mi padre puede introducirse en tu mente, mientras que mi madre tiene el don de la palabra, es capaz de convencerte con tan solo hablar.

Mis padres me buscaron y encontraron en una esquina de la casa llorando, sin saber que era yo quien producía ese fuerte sismo. Al sacarme de la casa mi madre comenzó a decirme que entraría en calma, y que me dormiría, una vez entre en el transe del sueño el sismo se detuvo. No demoraron en descubrir que esa fue la primera manifestación de mi don, la cual fue la punta del iceberg de lo que realmente podía hacer.

Con mi familia somos savant, un grupo de personas humanas con una mutación genética, por así decirlo, los cuales nos hacían "especiales", nacemos con un don especial, también contamos con la capacidad de telequinesis, y comunicarnos telepáticamente, además de esta forma podemos identificar a nuestra alma gemela, la cual nació en un rango de dos semanas a tu fecha de nacimiento, y puede encontrarse en cualquier parte del mundo. Se supone que tu alma gemela tiene la otra mitad de tu don, y complementados pueden hacer grandes cosas.

Después de ese día me vi obligada a suprimir mi don, y más allá de solo contenerlo, fue contener aquellas emociones que pudieran liberarlo de mis escudos. No fue sencillo, claro. Intenten decirle a un niño que debe contener sus emociones, casi imposible. Pero mi madre utilizo su don para convencerme de evitar berrinches, me hacía dormir la mayoría de las veces. En mis primeros años de vida crecí bajo alta vigilancia y estricto control cuando no me encontraba bajo la mirada de mis padres. Quienes cuando comencé a asistir a la escuela, plantaron en mi mente instrucciones de que cuando algo incrementara mis emociones, me distraería con otra cosa, algún juego, deporte, o dormirme.

Para los maestros yo no era problema alguno, pues a diferencia de otros niños, yo me aislaba, dormía, leía, etc. Era extraño para ellos, pero lo asimilaron con que era madura para mi edad. Jugaba, claro que sí, pero cuando mis momentos de energía y diversión aumentaban, los días de invierno parecían de primavera e incluso verano, por lo cual las instrucciones mentales de mis padres aumentaban. Claro, ellos lo hacían para mantenerme segura a mi y al resto de la población.

Una vez cumplí once, ya estaba acostumbrada a suprimir cualquier emoción, los "momentos abril" disminuyeron, y las instrucciones de mis padres no eran necesarias, pues era lo suficientemente madura para controlarme.

A pesar de ser diferente al resto, no me encontraba sola, contaba con 2 amigos, Math y Eli, quienes eran savant al igual que yo, pero sus dones eran mucho más divertidos y libres que el mío, Math podía hacer crecer las plantas y Eli podía hallar a personas solo tocando objetos de su pertenencia, lo cual era muy útil si eres olvidadizo.

Los conocí al entrar en primaria, nuestros padres eran amigos, y así que Eli y Math comprendían mi don y el por qué, de mi personalidad, así que no generaban prejuicios sobre mí, como el resto, que me creía una molestia, diciendo que soy engreída o que me creo mejor que el resto al no hablar con nadie. Al principio dolía, los niños pueden ser muy hirientes, pero aprendí que no debería tomar importancia a sus comentarios.

Además, soy una fuerte chica de 17 años, en su ultimo año de secundaria. Después de esto, me esperaba la universidad, donde esperaba mi vida cambiara, y quizás... no, no podría, no puedo ni pensar en librarme un poco de tanta presión, podría poner en peligro a todos.

- ¿Abril? ¿Estás bien? – era Elisa, me miraba preocupada mientras caminábamos a la secundaria, era el primer día de clases, 1ero de marzo, ultimo año. Me recorrió un hilo de nerviosismo, el cual enterré en una caja en mi cabeza.

- Si, solo... pensaba, ultimo año, y luego la universidad, dios, estamos grandes. – comentaba mientras miraba mis zapatillas clásicas converse negras.

Comenzamos una conversación sobre nuestras opciones de universidades, Elisa pensaba estudiar literatura, mientras que yo... aun no lo sabía, no sentía mucha pasión a ningún área, para mi todas parecían iguales, le ponía el mismo desempeño a cada una, me iba bien, claro, pero nunca sentí que alguna me llenara de pasión, y si así fuera, no sabría como debería sentirme... esa es una de las consecuencias de mi don. Me siento vacía.

Al llegar todos comentaban sobre el chico nuevo que llego, hablando sobre que venía de España, algo de que sus padres se mudaron por trabajo y que cursaría el ultimo curso con nosotros, no tome mayor importancia. Con Math y Elisa nos encontrábamos en otras asignaturas, pero en esta justamente no, era matemáticas en el primer bloque, y según comparamos, compartíamos otras clases a lo largo de la semana.

Tomé asiento y me puse mis audífonos y comencé a leer mientras esperaba al profesor. Era un día soleado, bastante lindo, aunque corría un poco de viento helado, era bastante agradable.

Y como si una corriente de aire hubiese pasado a mi lado, sentí mi piel erizarse, al levantar la mirada lo vi, acababa de pasar por mi lado y se sentó atrás de mí. 

Lo primero que vi fueron sus ojos verdes, sentí una corriente de energía recorrer mi cuerpo, ambos nos quedamos viendo, pero me di cuenta de lo que ocurrió, baje mis defensas y sentí como se expandía mi don, pero de una forma fuerte y peligrosa, ante mi desesperación, el día comenzó a nublarse rápidamente, tome mi mochila y salí de la sala, necesitaba salir de la presencia de ese chico, que sin duda alguna era un savant, y sea cual sea su don, era un peligro para mi, era como si liberara mi don y lo potenciara. 

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y así concluye el primer capitulo de abril, un proyecto que lleva años en mi cabeza, y espero al fin poner en marcha. 

espero les guste, y que me acompañen en este desarrollo de Abril y Oliver. 

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