No soy ella.

Capitulo 1.

La conciencia poco a poco volvía al cuerpo de la pequeña Violet... Había pasado varias horas desmayada por lo que al abrir los ojos su visión era algo borrosa, estaba confundida, con un fuerte dolor a un costado de su cabeza, desorientada, poco a poco su visión se iba aclarando hasta tener una imagen concreta, se encontraba encerrada en una jaula, era lo suficientemente grande para que pudiera estar cómoda sentada, aunque no lo suficiente para poder ponerse de pie, tenía ambas manos esposadas en su espalda con los barrotes en medio, lo que limitaba casi por completo su movilidad, tenía la boca tapada con cinta adhesiva, estaba en una habitación que tenía las paredes pintadas de rosa, había una cama individual con sábanas y almohadas del mismo color además de algunos animales de peluche en ella, frente a la cama al lado de la jaula había un tocador con un gran espejo, logró distinguir algunos artículos de maquillaje básicos, era claramente la habitación de una adolescente, frente a ella podía observar un hombre sentado en la cama en una posición encorvada, con los codos apoyados sobre sus piernas mientras sus manos sujetaban su cabeza, llevaba puesta una máscara azul que únicamente le permitían a Violet ver sus ojos... La pequeña empezó a gritar desesperadamente mientras luchaba por lograr sacarse las esposas.

— ¡Ayuda!... ¡Por favor! ¡Alguien ayúdeme!...

Los gritos de Violet eran completamente ahogados por la cinta que aprisionaba sus labios por lo que ninguna de sus palabras lograba entenderse con claridad, el hombre frente a ella no hacía absolutamente nada, solo se quedaba mirándola, sin mover un solo músculo, ni desviar la mirada, únicamente parpadeando ocasionalmente.

20 minutos pasaron sin que Violet parara de gritar inútilmente, gritó con todas sus fuerzas hasta que su garganta empezó a doler al igual que sus muñecas debido a la presión del metal sobre ellas, Violet dejó de gritar y simplemente dejó que sus lágrimas de impotencia y miedo cayeran por sus mejillas libremente, el enmascarado finalmente se movió, se levantó de la cama y lentamente empezó a caminar en dirección a la jaula, se agacho para estar prácticamente a la altura de su prisionera y llevo su dedo índice a los labios de su máscara, indicando que debía permanecer callada, lentamente, sin dejar de ver a la chica a los ojos acerco su mano a la cinta adhesiva en los labios de Violet para arrancarla de estos, la pequeña hizo una mueca de dolor al sentir la cinta adhesiva ser arrancada de sus labios, se queda mirando al hombre frente a ella completamente aterrada... No sabía que hacer, dentro de ella quería gritar muy fuerte, hasta provocar que los tímpanos de su captor reventaran y ella pudiera salir corriendo, pasaron unos minutos viéndose mutuamente, ella trataba de buscar algún tatuaje o marca distintiva con el que pudiera identificarlo pero tenía el cuerpo completamente cubierto, llevaba puesta una chaqueta de cuero cerrada, en el cuello llevaba una bufanda verde oscuro y llevaba un pantalón de mezclilla negro, únicamente podían verse sus ojos a través de la máscara y sus manos que se veían grandes y fuertes, pero sin alguna marca que pudiera diferenciarlo, por miedo desvía la mirada hacia un costado únicamente mirando el piso atreviéndose a hablar con el.

- Por favor... Déjame ir... ¿Que es lo que hice?...— La pobre Violet pregunto con una voz temblorosa tratando de seguir conteniendo sus lágrimas para verse lo menos vulnerable que considerando su situación le fuese posible.

El hombre ignoró sus palabras y se acercó ligeramente para apreciarla mejor... Aun sin cruzar palabra con ella lentamente acerca su mano a la barbilla de la chica para sujetarla y elevar un poco su cabeza mientras la rotaba analizando cada detalle de su rostro, admiraba con detenimiento cada facción de su cara, su tez blanca, ojos grandes, una complexión delgada, pequeñas pecas que adornaban tiernamente el puente de su nariz, incluso se detenía a ver la manera en que su largo cabello castaño se deslizaba delicadamente por sus hombros a medida que giraba su rostro, debido a ser de cabello completamente lacio.