Dos Cielos [XiXian] [WangXian]

Apertura

Notas iniciales:

¡Gracias por leer! Quiero pensar que a partir del siguiente capítulo comenzaré a cerrar todos los huecos que faltan y, por tanto, la historia. Aun así, faltan capítulos, ¡espero que sean emocionantes de escribir y de leer!

En realidad, también tengo el que sigue de este (me liberé un poco), peeero si lo subo temo que otra vez podría atrasarme así que lo tendré como salvaguarda ಠ~ಠ

Actualidad:

Lan Sizhui se quedó con la boca abierta antes de siquiera dar un sorbo de su té —¿Madre sigue en reclusión?

Lan JingYi frunció el ceño, pero al ver a su padre no notó ningún indicio de la bendición, tampoco de rencor o malas intenciones. Se forzó a apretar los labios y no decir nada.

Lan Wangji asintió. El estado de Wei Wuxian seguía siendo delicado pese a que aparentara estar bien —La energía que filtré puede regresar.

Era necesario estabilizarlo, no permitiría otra contienda dentro del territorio de la capital. Las excusas para renovar los pabellones se estaban acabando.

Wei Wuxian miró a Sizhui, después a Lan Wangji y esperó hasta que su mirada reflejó aprobación.

—¿Qué es? —JingYi se cruzó de brazos y alzó una ceja —¿Qué tiene mi hermano?

Lan Wangji suavizó su mirada. Lan JingYi era un joven vivaz, desobediente y con un gran complejo de hermano mayor. Mientras trataba con su educación se dio cuenta de su ingenio, de su forma explosiva de ser y de su alegría con la vida. Era tan parecido a Wei Wuxian cuando joven, un Lan que por fin había experimentado más allá de las reglas.

Fue una mañana larga y difícil, Wei Wuxian tuvo que confesar la absorción que él hacía, recibiendo toda la energía resentida de Sizhui sin poder filtrarla por su carencia de núcleo dorado. Como era de esperarse, Sizhui se ahogó en vergüenza y culpa, con ayuda de su hermano y sus padres pudo evitar hundirse en malos pensamientos.

Wei Wuxian sonrió a Lan Wangji, tuvo razón, Sizhui no era tan pequeño, podría seguir avanzando.

***

Nie Huaisang intentó ocultar su cara lo más que pudo tras su abanico, la silla se sentía más alta de lo normal —E-Emperador, le aseguro que todo fue por su bien.

Jiang Yanli dedicó una mirada contrariada al Nie —Heredero Nie, me usó contra mi cuñado.

El Nie se encogió todavía más en su asiento —Sabía que algo andaba mal con el Emperador. Su actitud no concordaba con él... y Wei Wuxian nunca se hubiera atrevido a dañarlo sin causa.

Xiao Xingchen arrugó la nariz —¿Está diciendo que estuvo de acuerdo con las acciones de Wei Wuxian?

Nie Huaisang sólo deseaba que la tierra se lo tragase de una vez —¡No! Pero pensé que algo más debía estar pasando y quería ayudar a nuestro Emperador.

Jiang Yanli iba a seguir acusándolo, desistió por un bien mayor. Se limitó a suspirar —Heredero Nie, por el bien de la relación con la familia Jiang, espero que mi padre pueda deshacer lo que hice con mi cuñado.

Nie Huaisang salió de su abanico-escudo, con curiosidad —¿Fue tan malo como para eso?

—¿No dijiste que extrajera toda la información? ¿Cuándo he hecho un trabajo a medias?

—Sí, sí. Yo... me disculparé con la familia Jiang en cuanto pueda —su vista se desvió un poco, con pena —, pero... ¿acaso no dijo que hubo algo que no pudo obtener de él?