Celos

Capítulo Único

-¿Estás seguro que esto está bien Seto? -Dijo el rubio mientras volvía a hacer el moño de su traje por millonésima vez frente al espejo, tanta era su frustración y la decisión de hacerlo bien que tomo una silla y se sentó para conseguir una posición más confortable ante el desafío que parecía imposible de concretar.

-¡Oh vamos cachorro!, el chico rudo de la prepa, todo brabucón y fuerte ¿Le tiene miedo a una bola de ancianos aburridos y mujeres amargadas?-Le respondío una voz que salía del tocador del baño, el portador de esa voz, era nada menos que el dueño de la majestuosa mansión y cuya habitación principal se encontraba algo desordenada por pilas de ropa que fueron descartadas con facilidad, justo ahora terminaba de afeitarse unos vellos rebeldes que encontro su novio mientras lo besaba en la oficina.

-Al menos yo sabía como encajar ahí, unos buenos golpes y todo se solucionaba, pero a esta gente no la puedo golpear, a menos claro que quiera dar a la carcel o en el peor de los casos en el ojo de la prensa que no se cansan de nosotros-Se enfrento a la mirada de su reflejo con algo de frustración, que lo recibio con el seño algo fruncido, parecía algo increíble, era el colmo ¿Quién diría que esto sería más dificil de hacer que una corbata? Bueno no es que como si el fuera un experto en nudos de tela en el cuello, si se permitía ser honesto, esa habilidad no era algo que supiera hacer, pero el moño seguía pareciendole una alternativa favorable, solo era un moño, hasta podía poner en su mente la imagen de niños usando moños en trajes.

Se encontraba en el dilema firme en el que para él las corbatas inevitablemente le hacían pensar justo en el apodo que le dio su novio en sus años de escuela, su perspectiva lo guio a relacionar ese accesorio masculino en una correa de perro, larga, en ocaciones delgada pero en versión humana y lo peor del caso era que no conforme con usarlas, tenían diferentes tamaños, formas, colores, estilos, justo como el collar de un can, pero definitivamente más caro.

-Cachorro, no te desanimes, hay mejores formas de lidiar con ellos, y lo sabes.-Luego de exterminar esos vellos, procedío a secarae con una toalla que tenía una tela afelpada, reconfortando la rigidez con la que paso la navaja, giro su atención a la loción francesa para después de afeitar que le regalo su hermano en Navidad, luego de un pesado, aburrido y tedioso viaje de negocios, donde decidieron pasar su última tarde en la ciudad luz comprando en las tiendas más exclusivas que la capital podía ofrecer.

En el transcurso de ese ir y venir, se armo de valor, esa fue la primera vez que se animo a decirle a su hermano abiertamente que sentía un profundo sentimiento por su amigo Joey; la sorpresa fue que su querido hermano menor, ya lo sabía, lo sabía desde hace años, le basto mencionar el como su hermano mayor pasaba las horas muertas en su oficina contemplando algunas fotos clandestinas de Battle City donde el rubio aparecía, cortesía de las camaras de seguridad de su globo aeroestático e incluso ante la confesión vergonzosa se dejo arrastrar a comprarle ropa mas informal para que el pudíera lucir con su futuro cuñado, y de paso darle uno que otro tip para limar asperesas en la primera cita.

Era como si hubiera pasado una eternidad desde esos días donde el se aferraba a que lo que sentía era pasajero, y que poco a poco se impregnada en lo más recognico de su ser, incluso llego a pensar que tenia alguna especie de aritmia extravagante, fue a checar con varios especialistas que terminaron diciendole que se encontraba en un estado de salud envidiable, pese al ritmo de vida tan agitado que su trabajo de hacía tener.

Por su parte el rubio se perdio en aquella vez que su hombre lo llevo a un restaurante elegante de mariscos y por querer probar las ostras lo termino golpeando directo en la frente de forma tosca, y no conforme con eso esa cosa reboto dejando a su paso varios vasos rotos y la mirada divertida de todos los comensales, quería ser en ese momento tragado por un vortice y llevado a donde nadie hubiera visto tal desastre.