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Estaba sentada con Kenzo haciendo tarea y tonteando, últimamente ambos estamos más felices de lo usual, ya que a ambos nos está yendo bien con las personas que nos gustan, aunque por mi parte, tengo que adminitir que es inevitable que me den celos con sus fans locas.

-ten- dijo Kenzo extendiéndome un pedazo de chocolate- para matar el tiempo

-si que te interesa esperar a que terminen su entrenamiento- sonreí débilmente

Estábamos fuera del gimnasio, ya que esta vez estaban teniendo una plática después del entrenamiento

-¿Y crees que termines siendo novia de Oikawa?- dijo llevándose un trozo de chocolate a su boca

-no se- suspire- no se que pueda ocurrir, me siento bien así, y si ambos quisiéramos formalizar por mi no sería un problema

-pero... te veo distinta, me imagino que..

-es divertido- dije con una ligera sonrisa recordando lo de ayer- es solo que, creo que estoy enamorada- suspire fuertemente y Kenzo me obligo a mirarlo

-¿Estas segura?

-no se lo digas a nadie- dije tapándome la cara- pero él me tiene totalmente en la palma de su mano- cerré fuertemente mis ojos hechando mi cabeza hacia atrás- el es el tipo de chico con el que siempre quise una relación

-si antes lo evitabas, ¿Que cambio?- dijo Kenzo riendo

-la manera en que me mira- dije con una ligera sonrisa

Las puertas del gimnasio se abrieron, venían primero Oikawa e Iwa, donde Iwa claramente le estaba hablando con el ceño fruncido, yo reí débilmente, es algo muy común entre ellos, cuando estuvieron un poco más cerca, la mirada de Oikawa se dirigió hacia mi, con una media sonrisa muy sexy, y eso me trajo recuerdos de lo que sucedió ayer.

*ayer *

Estaba paseándome por la biblioteca, claramente fastidiada, ya que no encontraba el libro que buscaba, debe de estar por alguna maldita parte, además la biblioteca es gigante, y con lo grosera que es la bibliotecaria en lo absoluto vendrá a ayudarme, y tuve que venir después de clases

-me rindo- suspire fuertemente- tendré que gastarme todos mis ahorros en ese estupido libro- susurre para mi misma- maldita materia- dije con fastidio

Me recargue en la estantería, mis ojos buscaban pacientemente aquel libro sobre biología, ya que para el profesor, era un: "o tienes ese libro, o reprobaras" y como me quede sin compañera en esa clase ahora no tengo con quien compartir esa desgracia

-debe de estar en alguna parte- susurre con frustración, pero estaba totalmente exhausta, aún buscándolo con la mirada

-sabes que debes de hablar en voz baja- me dijeron, mi corazón comenzó a latir rápidamente, y mi vista se dirigió en dirección de aquella conocida voz

-vaya- dije con alguno de alivio- que bueno que llegas- sonrei- tengo probelmas

-me lo imaginé, además casi cierran la biblioteca¿Que haces aquí?- rio débilmente

-yo tuve que correr por este libro- suspire- te iba a avisar, pero me imaginé que estabas ocupado

-ya veo- dijo acercándose lentamente a mi, sin despegarme la vista de los labios- yo tuve que venir a una plática- rio débilmente- ya sabes, Justo cuando iba saliendo te vi entrar aquí

-si- suspire- se acercan los torneos, y que bueno que me viste, así que por favor ayúdame- me supliqué y él asintió con una débil sonrisa

Entre los dos comenzamos a buscar el dichoso libro

Mi chico ideal ( Oikawa y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora