Los cuentos

La Cenicienta

Ceni se encontraba colgando una de las estrellas que habían dibujado los de clase de arte, cuando su amigo Gus que iba concentrado en su bocadillo de jamón, se chocó con la escalera a la cual Ceni estaba subida e hizo que esta cayera.

Todos se quedaron estáticos sin saber que hacer, sólo uno pudo reaccionar a tiempo para ir a salvarla, sí estoy hablando de lo que sería a ser su 'príncipe azul', el que tenía por nombre Drew, era el capitán de su equipo de fútbol, de ojos azules como el mar y de cabello rubio oscuro, pero todo eso era lo único bueno que tenía, pues era un egocéntrico de toda regla y a parte demasiado presumido, que estaba enamorado de su pelo, el cual valoraba más que a una persona.

Ceni al ver quien era su salvador, puso su mejor cara de asco mientras que este al ver la cara de la chica se sorprendió, y para quedar mejor le pregunto el nombre de la bella dama a la cual había salvado de tal trágico accidente, la chica sólo le dijo que se llamaba Daniella de lo más cortante para luego darle la espalda, mientras esté juraba que ella sería quién la acompañaria al baile.

Todos volvieron a su trabajo, hasta Gus volvió a su ataque de tragar el bocadillo una vez que le pidio perdón a Ceni y esta le dio un codazo en el costado, y Jack sólo se reía por la escena.

Ya llevaban dos horas preparando algunas cosas, cuando decidieron que ya era bastante. Ceni empezó a recoger sus cosas cuando alguien chocó con ella haciendo que esta cayera al suelo tirando sus libros, esta empezó a recoger sus cosas mientras maldecia a la persona que la tiró.

Afuera la esperaban Jack y Gus junto con el coche para ir a comprar los materiales que necesitarían para preparar su broma. Una vez obtenido todo lo necesario, lo guardaron en su casa del árbol, la cual se encontraba en el jardín de Gus.

Ya era de noche cuando Ceni decidió volver a su casa, sinceramente sólo lo hacía para hacer rabiar a su madrastra, pues le hacía gracia las arrugas que se le formaban en la frente cuando le echaba la bronca, con ese pensamiento llegó a casa y se sorprendió al ver las luces ya apagadas y todo en silencio, pero eso duró poco pues puso su música a tope, mientras se dirigía a la cocina donde encima de la encimera se encontraba una nota que decía que su madrastra y sus hermanastras se encontraban de tiendas para comprar los vestidos y los complementos para el baile, ya que el baile era ambientada en la edad medieval. Sin embargo a Ceni no le hacía ilusión como al resto de las chicas de su Instituto, una vez se quitó su chaqueta, se percató de que una hoja se había caído de su bolsillo, cuando cogió la nota se asombro de su contenido.

"Se lo que planeas,
tranquila no diré nada
si me acompañas al baile.

Te espero mañana bajo el manzano del patio trasero del Instituto antes de clase.

- A"

Eso hizo que la rabia corriera por su sangre y su impotencia creciera por momentos al no saber quien jodidos era -A, por lo que se tumbó en la cama, y tras darle vueltas sin conseguir ningún resultado, se dejase llevar por el sueño.

A la mañana siguiente Ceni fue antes a clase para encontrarse con -A, pero se sorprendió al ver sólo una nota pegada al tronco junto con una rosa negra.

Ceni todavía confundida se adentró a clase y tan ensimismada que estaba con sus pensamientos, no se dio cuenta de que las clases habían acabado sino fuera que recibió un mensaje de un número desconocido el cual le dijo que ya podía recoger, al principio no sabía a que se refería el mensaje hasta que percibió que era la única en clase.

Cuando abrió la puerta de su taquilla callo otra nota,

"Espero que te haya gustado la rosa.

Siento no haber podido ir, pero no pude asistir. Sin embargo espero que te guste lo que te deje en la caja, pero recuerda debes usarlo el día del baile.

-A"

Ceni decidió que mejor era abrir la caja en su casa, pues era grande y no le apetecía abrirlo en el Instituto. Cuando llegó a su cuarto abrió desesperadamente la caja, y se quedo boquiabierta al sacar de ella un precioso vestido azul claro, junto con un solo zapato blanco de tacón.

Eso hizo que lo mirara extraño, pues no veía sentido el cual faltará un zapato. Este pensamiento se vio interrumpido por la entrada de su madrasta preguntando el porqué de su llegada tan pronto, y Ceni simplemente le dijo que hoy le dieron la tarde libre, pero que mañana tendría que ir más temprano a clase para seguír ayudando puesto que la mayoría de los que ayudaban no podían esa tarde prepararlo por sus clases extraescolares.

Paso la semana y sólo quedaba un día para el baile, y para su gran broma y de conocer a -A, pues a lo largo de la semana estuvo recibiendo notas suyas en el cual le explicaba como iría vestido y donde tendría que ponerse ella, aparte de que tuvo que escapar, literalmente, de Drew ya que este no hacía más que insistir en que ella fuera su acompañante.

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Aquí tenéis la segunda parte de La Cenicienta ¿qué os a parecido?