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Quien inventó los pantalones de chándal, en concreto los gris claro (Emile Camuset), puede irse a la mierda. Porque si no fuera por él, no estarías sentada aquí bajo el brazo de tu mejor amigo, haciendo todo lo posible por no mirar fijamente el bulto que parece decidido a robar tu atención.
¿Qué te pasa? Son literalmente solo un par de pantalones, pero por alguna razón, se ajustan a Namjoon de la manera más devastadora. Por lo general, puedes sobrevivir cuando está a tu lado en una conferencia, ya que prefiere usar esas camisetas holgadas que esconden algo demasiado peligroso, pero ¿ahora? Cuando está descansando en el sofá, ¿la camisa se subió casualmente unos centímetros para revelar solo una franja de vientre y la banda oscura impresa de sus bóxer CK? Eres débil. Tan, tan débil.
No deberías haberle exigido que saliera contigo hoy cuando te presentaste en su casa alquilada sin previo aviso. Debería haberme quedado en casa para celebrar el final de la temporada de finales de invierno, pero todas esas noches tardías llegaron a tu cerebro y el único pensamiento en tu mente hace veinte minutos después de una única ducha de limpieza mental era que querías acurrucarte. Y siendo un hombre lobo, Namjoon siempre está caliente.
Relájate, te dices a ti misma. Deja de preguntarte qué tan grueso debe ser para hacer ese bulto incluso cuando no está encendido.
Pero eso resulta contraproducente, obviamente, y ahora solo estás pensando en lo grande que podría llegar a ser ese bulto. ¿Qué tan grande podrías hacer que ese bulto se vuelva? No sería difícil. Simplemente arrastrando los dedos por la superficie, rastrillando ligeramente las uñas. Tal vez si te sentaras en su regazo, o accidentalmente cayeras en él... Oh Dios. Casi te dejas llevar. Arrugas la cara y tratas de pensar en cosas inocentes como tarta de queso, zapatos, cálculo. Cualquier cosa menos el monstruo en los pantalones de Namjoon.
