Aquí hay gato encerrado (ShowKi)

CAPÍTULO I: La maldición del gato.

LA MALDICIÓN DEL GATO.

Una fría tarde de invierno, Son HyunWoo caminaba casi rozando el hombro de KiHyun. La razón no era el clima ni tampoco un juego, sino que era la única forma de acercarse a él cuando se encontraban en la calle. Tomarlo de la mano era imposible mientras KiHyun tuviera su consola o su celular con batería y cuando lo intentaba agarrar del brazo, siempre era rechazado en público.

Su relación era algo complicada, a veces demasiado distante y poco afectiva. Pero todo porque el menor se alejaba de las demostraciones cariñosas de su novio.

A esas horas del día, ambos habían terminado las clases y se dirigían a sus casas. Sin embargo, HyunWoo no tenía la intención de volver a su hogar. Él quería pasar la noche con KiHyun. Después de todo, conocía sobre la extraña maldición que lo afectaba durante las noches de luna llena y quería molestarlo con algún jug ye te para gatos.

— KiHyun.—dijo el moreno  deteniéndose en la puerta de la casa del menor.— ¿Puedo quedarme esta noche?

— No, hoy no.—respondió KiHyun acomodando su cabello hacia atrás.— No me siento muy bien...

— ¿Te duele algo?

— No realmente.

— Que lástima, tenía una tarta de manzana que quería compartir contigo...—dijo volteando su cabeza hacia un lado y mirando discretamente la reacción que había provocado en el rostro del pelinaranja.

— Puedes quedarte sólo hasta las once.—dijo en voz baja abriendo el portón de su casa y esperando que entrara para cerrar con llave. HyunWoo sonrió más que satisfecho y caminó detrás de KiHyun hasta llegar a la cocina, donde encontraron una nota pegada al refrigerador con un imán.

"Hijo, fuimos a ver a tu abuela porque necesitaba hacerse un chequeo médico,

volveremos pasado mañana.

Hay un estofado de verduras y pizza en el congelador.

¡Cariños!"

— Vaya, estaremos completamente solos...—murmuró HyunWoo apoyando su mentón en el hombro de su querido novio.

KiHyun dejó la nota donde la había encontrado y no respondió el sugestivo comentario. Son aprovechó que estaba en esa posición para abrazarlo por detrás y hundirse su nariz en su cabello.

Yoo podía sentir la respiración y el cuerpo del mayor en su espalda. No sabía cómo responder ni cómo actuar frente a estos mimos, eso lo desesperaba e intentó separarse caminando dentro de la cocina. Sin embargo, no tenía previsto que HyunWoo se apegaría más e intentaría seguirle el paso.

— Prepararé un poco de té...—dijo KiHyun en voz baja pensando que con eso, HyunWoo lo dejaría en paz.

Se dirigió a la cocina a gas y encendió uno de los quemadores. Luego llenó la tetera con agua y la colocó en el fuego. Cada acción era seguida por Son, por lo que a estas alturas ya se había rendido de liberarse de él. Abrió un mueble que estaba ubicado sobre su cabeza y apoyó las puntas de sus pies para ver si quedaba alguna taza limpia en esa repisa. Al divisar dos al fondo del mueble, Son las tomó sin que alcanzara a levantar uno de sus brazos.

— No estaban tan lejos.—se quejó KiHyun molesto y haciendo un puchero.

Cuando ya tenían todo listo, ambos fueron a la habitación cargando unos cuantos utensilios y la tetera con el agua recién hervida. Lo pusieron sobre una pequeña mesa de centro, que la mayoría de las veces estaba ubicada al lado de la cama, y se sentaron a merendar. HyunWoo había sacado de su mochila una pequeña cajita con dos porciones de pie de manzana y lo había servido en los platos. A KiHyun le habían llegado a brillar los ojos al sentir el aroma de su postre favorito.