— Increíble que estemos aquí los dos después de menudo accidente.
— No me parece tan increíble, la mente humana hace muchas cosas.
— Que sabio te has vuelto "J".
— Dentro de un rato iré a verla.
— Suerte con eso, ha estado llorando mucho desde el accidente, acaso las cosas iban mal entre ustedes?.
— No diría mal, al menos yo no lo veía así, discusiones si habían pero creo que amor no faltaba.
— Bueno... Tenemos que tener en cuenta que ese es tu punto de vista.
— Pues sí, tienes razón ahí... Y como por qué estoy yo sentado aquí contigo?
— Porque eres mi mejor amigo, supongo,
pero no creo que yo tenga todo el mérito de que estés aquí, no es así?.— Pues no, ni siquiera me veía aquí.
— Entonces por qué estás aquí?
— Para ir a verla a ella.
— Bueno, pues no te atraso más, pero hablaremos luego no?
— Por mí bien, pero eso lo decides tú. Espero verte.
— Suerte...
La verdad no esperaba que él pensara tanto en mí, aunque... Aún me llama su mejor amigo así que se entiende. No sé qué pasará cuando la vea, o mejor dicho: cuando me vea.
Bueno, entraré directo a su cuarto. Saludar personas no es algo que me deba caracterizar ahora...— Por qué lloras amor?
— ¿Que haces aquí?— me dijo entre lágrimas
— Por tí, estoy aquí por ti — le respondí sin tratar de asustarla
— ¿En serio? Como puedes decirme eso?Anoche no dormiste conmigo, ni esta mañana amaneciste a mi lado, hace días que no lo haces. Y me dices que estás aquí por mí?
No sabía que responderle sin herir sun sentimientos
— Pues supongo que fue mi error no? Quizás debía estar desde antes aquí
— Claro, y tan tranquilo que te quedas, mientras yo solo lloro aquí por tí, mientras llevo cada día llorando solamente y pensando todo el tiempo: por qué? Por qué no estás aquí conmigo? ¿Dónde estás?
— Pero ahora lo estoy no? Acaso no te parece peor que esté aquí?
— ¡Pues no! — gritó con mucho rencor
— No grites amor, no estaré aquí mucho tiempo — o al menos eso creo
—¿Sabes qué? Pues va a ser que sí... Creo que lo mejor es que te vayas. ¡No!.. Necesito que te vayas. ¿Pero antes me das un último abrazo?.
— No debes, ni tampoco puedes dármelo.Lo mejor es que me vaya ya. Lo mejor para tí y lo mejor para todos, cuánto antes mejor.
— Sabes que aunque te vayas no pararé de llorar por tí ¿no?
— Lo sé, no me gustaría que fuera así, pero sé que si lo será. Es un poco raro pedírtelo... Pero deja de pensar en mi cuanto antes.
— Como lo dices pareciera fácil, pero cada día que pasa me pregunto el porqué de todo esto.
— Me gustaría decirte que se la respuesta, pero la verdad es que no y antes de irme te diré que no quiero hacerlo.
— Entonces no lo hagas! — me gritó arrancando con un gran y extenso llanto