El Hoyo

6 2 0
                                    


Es como vivir encerrado en un cuarto lleno de tus peores monstruos, que no son nadie más que tus propios pensamientos. Las cosas que están alrededor tuyo te consumen lenta y diariamente. Te dejan sin aliento, sin apenas poder mover un musculo de tu devastado cuerpo. Lo único que deseas, que más anhelas en este momento, que esto acabe de una vez, que el sufrimiento termine y que no tengas que seguir soportando el horrible dolor que experimentas una y otra vez, sin tregua alguna.

La oscuridad irá creciendo lentamente dentro de ti, y de un momento a otro, sin darte cuenta, estás nuevamente en ese vacío y frío hoyo del que es bastante difícil salir sin ayuda. Esa necesidad de querer desaparecer siempre está presente dentro de ti, acompañándote como una silenciosa acompañante detrás tuyo. Los constantes pensamientos de que eres nada más que una carga de la que es mejor deshacerse es tu otro mejor amigo, y es de esos pocos que cumplen la promesa de nunca irte.

Habrá ocasiones en las que no te importa estar en el hoyo, momentos en los que en realidad eso es lo único que deseas. Todo lo demás para ti deja de importante y necesitas estar allí, no importa el dolor y sufrimiento que eso pueda causarte.

Realmente hacía donde te muevas o en que lugar te escondas, aquello siempre va saber dónde encontrarte, a pesar de que tanto tiempo haya pasado sin que estuvieses dentro, y eso en verdad es frustrante. Justo cuando crees que lo has superado, y estás más que seguro de eso, llega de nuevo a ti y te abraza plácidamente, como si un viejo amigo que hace años no ves te encontrara por accidente en algún lugar del mundo. Tu tratas de evitarlo, porque sabes de los problemas que te ha causado en un pasado, pero lo inevitable termina sucediendo y vuelves a caer como si fueras de nuevo un bebé que apenas está aprendiendo a caminar y que aún depende mucho de sus padres.

Te dices a ti mismo que no volverá a pasar, le juras a lo más querido que será la última vez, pero esa es una de las más grandes mentiras que puedes decir, porque obviamente vuelves a caer en el hoyo, devastado, adolorido y humillado contigo mismo. Querrás quitarte del medio de la manera menos dolorosa, y créeme, yo igual lo he llegado a pensar. ¿y sabes por qué? Porque se como es vivir siendo alcohólico, se lo que tu sientes cuando tienes ganas de estar ebrio, y se lo feo que se siente al despertar y arrepentirte con toda tu alma por haber vuelto a tomar (caer en el hoyo). 

Demonios internosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora