El poder de la villana

La prometida del Duque Celestial

"No entiendo lo que esta pasando pero debo de seguirle la corriente"

- Oh Dios... mi prometido es tan complaciente que te parece si hablamos sobre mi viaje cuando terminemos de comer

- Si es lo que deseas lo hare... mi querida prometida

- Tengo al mejor prometido

Zash zash

- Bien parece que se aburrió de presenciar tanta miel..

- Quien nos estaba observando

- No lo se con exactitud... pero no es de nuestros hombres... hiciste un buen trabajo siguiéndome la corriente...

- Solo pensé que si decías algo así por decir es porque algo estaba ocurriendo posiblemente a mis espaldas

- En efecto alguien nos estaba vigilando y escuchando atentamente... debe ser un espía de la princesa... o de su facción

- Debe ser... debemos fingir incluso cuando estemos solos... nunca se sabe quien nos esta mirando

- Si esta vez tuvimos suerte... bueno ahora que no hay nadie puedes decirme la contestación de ella

- Pero no acabamos de quedar que seria cuando yo quiera

- No seas infantil eso solo fue por el espía

- Aun así usted se comprometió y espero que cumpla con su promesa como tal

- Bien... entonces comamos

- Gracias... disfrutare la comida

Norelia empezó a comer despacio y con mucha elegancia al punto de que su lentitud empezaba a sacar de sus cacillas al duque quien pensaba que lo estaba haciendo para demorarse y no darle el mensaje que le envió su querido arbolito angelical y  o estaba lejos de la realidad pues el objetivo de Norelia era ese probar la paciencia del duque

Después de varios instantes acabaron de comer a continuación pasaron a la sala donde los esperaba una taza de te caliente

- Oh el te tiene un aroma delicioso.. michas gracias

- Me alegra que te guste... y ahora si cumple con lo que me dijiste...

- Dios cálmate... gracias por el te puedes marcharte a descansar ten una buena noche- Norelia despidió a la sirvienta con una sonrisa- Dique debe temer cuidado con lo que dice las personas pueden malinterpretarlo.. o puede causarle una mala imagen a nuestra relación

- Lo se pero no es mi culpa que tu no me quieras dar el mensaje y me haigas hecho esperar un largo tiempo- dijo Lesath haciendo un puchero lo cual hizo reír a Norelia e intensifico el enojo del duque

- Esta bien tengo algo de culpa... en compensación le diré ahora mismo el mensaje escucha con atención pues seria muy vergonzoso decirlo de nuevo

- Si.. si esta bien... pero dilo ahora

- "Querido arbolito celestial, entiendo tu situación e accedido a esta petición porque creo en ti... hazlo bien y espero volver a verte.. pues cada vez que veo un árbol iluminado por los rayos del sol los recuerdos que creamos juntos viene a mi memoria y ,e alegran el día... cuídate y no deseo nada ahora... solo ten cuidado y mantente saludable"

Ella dejo de hablar esperando la respuesta de el con emoción y sobre todo curiosidad pero el tenia su cabeza abajo y estaba en silencio

- Te encuentras bien... si mi hermana te ofendió... yo..- Lesath levanto su cabeza y la miro finamente

- No pienses ni digas eso por favor... es solo que sus palabras dichas por ti así vestido es como tener a la verdadera frente mío y fue un gran momento... fue muy emotivo pero en fin muchas gracias... y sabes tu hermana no me ofende me da mas fuerzas- dijo el sonriendo un poco y con sus mejillas un poco rosadas

"No me imagine que unas simples palabras que acabo de expresar sin pensarlo detenidamente llegaron a su corazón y se convirtieron en su fuerza"

Así termino la primera velada de los novios quienes fueron directamente a dormir pero los recuerdos de aquella velada a pesar que le robaba sonrisas también le robo sus sueños pues el insomnio se adueño de ellos hasta que estos mismos recuerdos encontraron sus causes a los sueños

A la mañana siguiente el ruido de los zapatos hizo que la perezosa Norelia abriera sus ojos

- Oh Dios que sucede porque hacen tanto ruido tan temprano

- Mi lady en efecto es temprano... además levántese ya que necesito prepararla..

- Para que..

- Oh el duque no se lo dijo... hoy saldrán a pasear por las calles y tiendas que frecuentan los nobles para afianzar aun mas su posición... así que apresúrese

- No lo sabia me levantare enseguida...

Norelia obedientemente se levanto y cambio de ropa con la ayuda de Martina para luego bajar por las escaleras pero cuando esta se dirigía al comedor una voz la llamo

- Buenos días... a donde vas..

- Oh duque... buenos días... voy al comedor a desayunar..

- Eh decidido que desayunaremos fuera... así que ven vamos el carruaje espera

- Porque decide todo solo... debería consultarme.. es grosero eso... este lado suyo nunca lo había visto

- Siempre hay una primera vez... y si tanto desea saber solo el itinerario se lo explicare en el carruaje... y no soy grosero solo un poco olvidadizo

Entre pucheros y enojos subieron al carruaje y partieron, pero ellos no eran los únicos con enojo pues al palacio imperial a llegado ya las noticias de la prometida del duque celestial no había nadie en el imperio que no supiera de ese rumor excepto por la gran princesa imperial

- Y bien díganme algo nuevo en los círculos sociales... el rumor del amor del duque y mío ya es imparable

Las sirvientas no querían decirle nada por lo tanto estaban calladas lo que  causo el enojo de la princesa

- Acaso no pueden hacer señas si quiera... respóndanme ahora mismo cualquiera

Ante la evidente ira de la princesa Yanin una de las sirvientas dio un paso adelante y empezó a hablar

- El rumor sobre usted y el duque a sido destruido y reemplazado por uno nuevo que no es si1uiera un rumor sino que muchas personas lo vieron con sus propios ojos...

- Maldición sigue hablando que es

- Ayer todos conocieron en el mercado nocturno a la prometida del duque celestial...

- Que rayos dices... eso es mentira...

- Ayer muchos plebeyos presenciaran la propuesta y actos de amor de los dos... pues ayer mismo se convirtió en su prometida

La cara de la princesa se torno roja por la ira y tiro todo lo que estaba en su mesa de noche

Crask carak- sonaban mienttas caian al suelo ante las miradas llenas de miedo de las sirvientas