3|4: ¿Niños?

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''¡Dejen de llorar, mocosas mimadas! Y tú, eres un niño, no importa la razón, los niños no lloran''

Una voz masculina hizo que Jimin se posicionara por delante de Jeongyeon en cuanto entraron a la vivienda, pero Jeongyeon lo esquivo y corrió pasando por un costado.

Dentro de la casa se encontró a su cuñado sobre sus pequeños.

''Entiendo que no pudiera soportar la carga de 3 críos, pero abandonarlos es deplorable, ustedes vendrán conmigo''

''Jung, ¿Qué estas haciendo?''

Jimin observó a la mujer cuando ésta, sin temor empujó al macho a un lado, cayendo de rodillas para envolver sus brazos alrededor de su descendencia sollozante, que inmediatamente se dejaron caer sobre ellos.

Jung se separó de la pared.
Esa pequeña perra.
¿Realmente lo empujó... a él... a él? Él la haría pagar, haría que sus mocosos aprendan, entonces ellos sabrían qué esperar si alguna vez lo desobedecían.

Levantando el puño, se movió hacia ella, dispuesto a mostrarle cual era su lugar.

Un gruñido lo congeló, sus ojos volaron alrededor de la habitación con pánico.

¿Qué fue eso?

Jimin salió del rincón de la cocina y la mandíbula del «Therrano» cayó.

''Qué mierda''
Él retrocedió parecía querer hundirse en la pared, mientras la cosa amenazante se acercaba lentamente, sus gruñidos eran cada vez más fuertes.

Una vez que se posicionó junto a Jeongyeon, se detuvo.

Jeongyeon vio lo que aterrorizaba a Jung, los ojos de Jim estaban ensanchados y las marcas negras que tenía estaban palpitantes mientras miró hacia abajo a sus pequeños antes de volver a Jung.

''¿Este ser es la amiga que se encarga de proteger tu descendencia?''.

''Es Jung. El hermano de Jin, Jung''. Ella volteó su cabeza alrededor para localizarlo. ''¿Qué se supone que haces en mi casa?''.

¿Dónde estaba su amiga?

La boca de Jung se abrió y cerro sin soltar sonido alguno mientras no quitaba los ojos de Jimin.

''Él lastimó a Ryujin''.
Susurró su hijo mayor, Hyunjin.

''¿Qué?''
Jeongyeon miró con horror a su pequeña.

Sus manos volaron sobre su niña encontrando un cardenal oscuro en uno de sus brazos.
''Bastardo, la golpeaste''.

Su furia desbordaba y Jimin supo que si ella no estuviera en los brazos de los pequeños y temblorosos seres, atacaría, por lo que se encargaría en su lugar.

Los ojos de Jimin permanecieron en el atacante infantil a medida que bajaba sus manos para ayudarla a levantarse.

''Reúne lo que tu descendencia necesite, tenemos que irnos''.

Con una última mirada a Jung, ella asintió y los guió a las escaleras.

''¿Mami quién es ese señor?''
Ryujin dijo levantando la voz aunque la niña parecía estar susurrando, señalando por encima de su hombro al hombre que agarró y tiró a su tío contra la pared haciendo que este se deslizara hacia el suelo.

''Su nombre es Jimin''
Ella dijo llevándolos a su habitación compartida, estaba compuesta de dos camas en el lado derecho dividida por un aparatoso mueble de dos colores que los separaba de una cuna restringida de color gris.

''Shhh... mamá está aquí''
Ella se acercó a tomar a la pequeña bebé que lloraba, al parecer el ruido la despertó, era la última de sus tres bendiciones. ''Todo va a estar bien''.

EL GUERRERO DAÑADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora