Llegó a la oficina y se fue a su despacho directita.
-Eres un cabrón Carlos Martin.-dice riéndose.
-¿Lo dices por las flores? Con lo bonitas que eran.
-No he dicho que fueran feas, es mas creo que son las mas bonitas que he visto nunca, ¿sabes?
-Me agrada eso.
Miriam estaba por irse pero Carlos la agarró de el brazo y dijo:
-¿Te invito a cenar hoy?
-Dime trece razones para ir.
.¿Trece? De acuerdo...la primera es que soy muy buena persona, la segunda es por que se que te verás radiante, la tercera es que las flores eran hermosas, la cuarta es que soy un caballero, la quinta es que...yo invito...
Se ríen.
-Bueno con cinco me conformo.-dice Miriam.
Ya era la hora de irse con Carlos así que Miriam se salió de su mansión para esperar a que Carlos llegara. Miriam estaba radiante como bien dijo Carlos.
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Carlos llegó en su coche lujoso.
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El coche era hermoso y negro. Miriam entro en el coche y estuvieron charlando de sus intereses y no tenían muchas cosas en común, cosa que les hizo gracia. Al llegar al restaurante el jefe del restaurante les atendió especialmente ya que Miriam era muy importante en la sociedad hotelera. El sitio era precioso y lujoso.
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Estuvieron un rato hablando.
-Oye Miriam yo...quería preguntarte una cosa.-dijo Carlos un poco nerviosos pero estaba intentando que no se le notaran los nervios.
Miriam lo besa.
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