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CAPITULO VEINTICUATRO

Persecución y escape (4)

    En realidad, el tío Tan no se había ido. Cuando Xie Lanshan llegó a la puerta, sus ojos se agrandaron. Las arrugas en las esquinas de sus ojos estaban estiradas por los párpados superior e inferior. Obviamente estaba un poco sorprendido.

    Xie Lanshan fingió no ver el pánico en los ojos del anciano, se acercó con una sonrisa y dijo hola: "¡Tío Tan!"

    . Escuchó un olor que solía dar por sentado antes, así que no pagó. atención. El mercado nocturno de Tan Bo vende Chuan Chuan Xiang y Spicy Fragrant Pot, que se ha utilizado durante la mayor parte de su vida con esta artesanía, por lo que incluso si se han limpiado las cosas, la habitación todavía está llena del olor a canela o pimienta china, que puede haber estado apegado a él. El cuerpo no se puede lavar.

    Es como una olla picante.

    Todo en la casa está limpio, no queda nada en los armarios ni en la mesa, como si fuera a viajar lejos y no volver nunca más.

    Los ancianos de esta casa de alquiler han vivido en esta casa de alquiler durante muchos años. El propietario lo conoce bien, y la casa en sí es solo un cubículo, tan de moda y deteriorada y no se puede alquilar a buen precio, por lo que ha sido alquilada. por el tío Tan todo el tiempo. El tío Tan es un inquilino raro y bueno. No regatea, no debe alquiler ni se queja. A veces ve tuberías con goteras y paredes descascaradas en la casa, por lo que paga su propio dinero para repararla.

    La mirada de Xie Lanshan se posó en la pared, con algunos recortes de periódicos pegados en ella. Siempre que haya un terremoto, una inundación o un niño que salga de la escuela, donará una suma. En sus propias palabras, el dinero no es mucho, es solo una pequeña cantidad.

    La vida es tan pequeña como una efímera, pero esta efímera ha estado viva, amarga y pobre. Por lo general, come papilla de arroz y bollos al vapor. Lame un trozo de sal, incluso si se agrega verduras, como si quisiera. a tratarse mal a sí mismo toda su vida, pero nunca Dispuesto a hacer daño a otros.

    Xie Lanshan miró alrededor de la casa del anciano en silencio, luego puso una cara sonriente y dijo que quería hacerlo por el anciano.

    "En realidad, no es todo lo que quise decir. Es el amigo que vino conmigo la última vez. Está obsesionado con tu oficio y debe intentarlo de nuevo".

    Tao Longyue asintió apresuradamente, "Está bien, también lo practicaré para Bo Tan. . ""

    No vienes. ¿No estás con el forense de la Unión Soviética al respecto esta noche? ""

    No, ah ...... ¿lo tienes? "

    "Sí, idiota". Xie Lanshan abrazó los hombros de Tao Longyue, le sonrió y inclinó los ojos, muy amablemente y exageró. "Ella me lo dijo primero, y tendré una cita contigo en un tiempo."

    Tao Longyue estaba confundido y No entendía a Xie Lanshan. Qué tipo de medicina se vendía en la calabaza, pero al ver que sus ojos eran firmes y confiados, asintió de acuerdo con lo que quería decir: "Sí, hice una cita, hice una cita ... . "

    Tan Bo miró a Xie Lanshan, sus ojos oscuros, por un largo tiempo. Luego asintió y dijo, está bien.

    La investigación terminó temporalmente. Xie Lanshan y Tao Longyue regresaron primero a la oficina de la ciudad y luego regresaron para recoger el auto solos.

    No ha conducido un automóvil desde la investigación de la suspensión, pero hoy las tonterías de Tao Longyue le recordaron. Xie Lanshan pensó en Shen Liufei, y pronto pensó en la mano de Shen Liufei que acariciaba la mano persistente, de un hombre, con hermosas articulaciones y hermosas líneas. La piel superior también está hidratada y tiene una fragancia refrescante.