N/A: Nunca arremeten disparates de palabras y sentimientos sin cocinar ante nadie. Aunque los hayan herido, tampoco hieran, lastimen y traicionen.
Este es mi desahogo; a algunas personas hay que dejarlas ir🔪
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Will siempre había imaginado estar tras las rejas, pero cuando por fin lo estuvo aquellas paredes no lo recibieron. No era lo que realmente había esperado sentir.
Su cotidianidad estaba destinada al temor de que sus pesadillas se conviertan –en un abrir y cerrar de ojos– en realidad.
Will dormitaba con la sensación caliente de sangre en sus manos y los gritos apagándose mientras la tinta roja se deslizaba en el suelo.
Imaginaba que la policía estaba por llegar y lo apresaban. Él no resistiría, la lucha interna y externa se había acabado.
Su mayor miedo tomó tiempo y espacio: era un asesino.
Sin embargo, cuando salió del hospital recuperado por la herida de bala que, el tío Jack había depositado en forma de souvenir, le hicieron desnudarse; le abrieron la boca, introdujeron dedos y obligaron a ponerse la ropa frente a cinco guardias correccionales.
Will se sintió humillado.
Luego de aquel espectáculo, lo encadenaron de manos, pies y lo encerraron. Lo último que escuchó fue la llave saliendo del cerrojo de metal y los pasos de los guardias correccionales alejarse.
Su pecho se apretó. Comenzó a respirar sin gracia y violentamente. No podía encontrar el aire. De pronto las lágrimas amenazaban con escaparse.
La traición por parte de Hannibal lo acorraló. Will no tenía escapatoria física, ni tampoco emocional. Hannibal se había encargado de aquello.
No tenía esperanzas. Abigail fue asesinada y él estaba siendo señalado e incriminado por crímenes que no cometió.
Pero, lo único que Hannibal quería es que Will lo entendiese sin que esté se alejase, espantase y delatase.
Quería a Will encerrado en una cajita de cristal. Quería cuidarlo, mimarlo, admirarlo, sobre todas las cosas quería que Will hiciese lo mismo con él. Hannibal sabía que la poca moral de Will no se extendía hasta aceptarlo por quien realmente es, el Destripador de Chesapeake, Monstruo de Florencia, entre otros tantos apodos que no hacen más que alimentar su ego. Por ello, Hannibal se vio obligado a cautivar a Will en aquel psiquiátrico. Lo quería dócil y calmado.
Logró su objetivo.
Aquella primera noche tras las rejas, Will vomitó los antibióticos suministrados en el hospital. Las coyunturas le dolían, su respiración era inestable hasta desmayarse.
La traición había sido la última gota que provocó que el agua del vaso se derramara. Will no volvería a estar bien, y para cuando Hannibal se dio cuenta de su error ya era muy tarde.
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Una semana después del encarcelamiento de Will las visitas fueron permitidas.
Desde la distancia, Will podía oír los tacones haciendo eco con cada pisada. Estos se acercaban a su dirección con rapidez y carente de elegancia. Will cerró los ojos y respiro hondo, eran pisadas cargadas de coraje y nerviosismo: Alana.
Una vez abrieron las rejas, Alana contuvo la respiración por un segundo y tembló.
– W-Will... ¿qué te ha pasado? ¿Qué ocurre? – habló con rabia contenida la psiquiatra mientras evaluaba el deplorable estado de su amigo.
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La última gota- Hannigram
FanfictionLa traición desde los ojos del Will. • • • * Personajes basados en la serie de Hannibal, NBC. *Sobre la portada: edición es mía, pero la imagen fue obtenida de internet. Por lo que, no es de mi autoría.