1. Salvada por un Dios griego

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Para algunos ese era solo el inicio del final.


Capítulo 1: salvada por un Dios griego.

20 de enero de 2022.

Kate

Para algunos eso era una estupidez, para mi, lo más interesante del mundo. Siempre había sido una persona a la que las cosas más irrelevantes eran las que más curiosidad le causan.

En fin, era mi primer día de mi último semestre de universidad cuando todo comenzó.

Como todas las mañanas salí a trotar en el boulevard de la calle quince. Era un lugar poco transitado. Habían pequeños senderos específicamente para personas que iban a ejercitarse. Mis 2 perros me seguían el ritmo a medida que avanzaba. Me distraje pensando en la pequeña discusión-broma que tuve en la mañana con mi hermana menor.

Acababa de despertarme y ella estaba viendo televisión en la sala.

—¿The vampire diaries? —pregunté. Asintió  lentamente. Tomé asiento a su lado mientras tomaba un sorbo de café—. No entiendo como Elena no prefirió a Damon desde un principio

—Stefan es mejor Kate —contradijo Darian.

—Claro que no. Stefan va por el camino del bien y Damon por el del mal. Piénsalo así, con Stefan vas al cielo y con Damon al infierno —Repliqué subiendo y bajando mis cejas a la vez que la señalé con el dedo índice por la pequeña sonrisita que me dio.

—Chica promiscua, creí que elegirías el camino del bien —le dije mientras evitaba soltar una carcajada.

Amaba decirle ese tipo de cosas porque siem…

Mierda.

Por distraída choqué con un torso duro. Cuando creí que iba a caer al piso, un brazo se envolvió en mi cintura y evitó que cayera. En vez de estar en el piso, estaba de pie recostada a un árbol y un gran hombre viéndome detenidamente.

¡Dios mío! mi celular cayó en picada, ya debe estar muerto.

Concéntrate Kate, te salvaron de una caída. Agradece.

Cierto consciencia, la educación ante todo.

—Disculpa por eso y…

—¿Estás bien? —cuestionó viéndome detenidamente. Maldita voz ronca.

¿De dónde salió este hombre?.

Tenía años viviendo en Oxford y nunca lo había visto por allí. Pero era bienvenido. El físico de ese hombre era solamente irreal. Sus ojos eran de un hermoso color azul safiro. Su cabello azabache le caía en la frente al igual que unas gotas de sudor que corrían por su…

Kate...

A veces odiaba a mi consciencia. Tiene el capricho de no dejarme fantasear.

—Si, solo estaba algo distraída —suspiré pesadamente—. Gracias por eso ya sabes de…

—No hay problema.

Miré a mi alrededor verificando que mis perros estaban jugando con una perra detrás de aquel hombre.

Es que son rápidos.

—Sí, pero... ¿Es tuya? —Señalé detrás de él—, ¡Ares y Apolo! quietos los dos.

Debido a los años de entrenamiento, me obedecieron rápidamente.

—Sí, es Grecia y parece estar disfrutando la compañía —Asentí lentamente intentando no decir algo estúpido.

Eterna pesadilla © [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora